El Gobierno alemán examinará los vehículos manipulados de Daimler

La justicia apunta que el fabricante trucó un millón de automóviles altamente contaminantes para esquivar la ley

El presidente de Daimler, Dieter Zetsche, presenta el modelo eléctrico Mercedes EQ en el Salón de París.

El presidente de Daimler, Dieter Zetsche, presenta el modelo eléctrico Mercedes EQ en el Salón de París. / periodico

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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El Gobierno alemán quiere evitar a toda costa que el escándalo del ‘Dieselgate’ siga creciendo. Después de que miércoles saltase la alarma al conocerse que el gigante automovilístico Daimler había manipulado más de un millón de sus vehículos entre 2008 y 2016 para esquivar los controles medioambientales, el Ejecutivo teutón ha decidido tomar cartas en el asunto. Así, la Oficina Federal de Vehículos a Motor (KBA) se encargará de examinar en los próximos días los automóviles afectados y que presentarían un nivel de emisiones contaminantes superior al permitido por la legislación europea.

Durante el jueves, el ministerio alemán de Transportes citó a los responsables de Daimler a comparecer en una comisión de investigación para esclarecer si el fabricante de Stuttgart también incurrió en las mismas malas praxis que Volkswagen. En esa reunión, la cúpula de Daimler defendió su inocencia frente a las acusaciones que pesan sobre ella y aceptó que la KBA ponga bajo escrutinio a sus vehículos.

TONO MÁS ELEVADO

A pesar de esta aparente predisposición, el viernes la empresa automovilística subió el tono y aseguró que no aceptarían las alegaciones que denuncian su posible actividad ilegal. "En base a la información que tenemos disponible, tomaríamos acciones legales contra la alegación de un cierre ilegal de nuestras instalaciones", apuntaron. Tanto Daimler como el ministerio desmintieron la información detallada por el semanario ‘Der Spiegel’ en la que se apuntaba que el fabricante habría sido amenazado por Berlín con una retirada de sus vehículos.

Este miércoles por la tarde el diario muniqués 'Süddeutsche Zeitung' y las cadenas NDR y WDR destaparon la manipulación practicada por Daimler, madre de marcas de renombre como Mercedes-Benz y Smart, basándose en el informe de una orden de registro emitida por el tribunal de Stuttgart que investiga el caso por un posible fraude.

A finales de mayo, la fiscalía de esta ciudad del sur de Alemania ordenó el registro de las dependencias de Daimler en una operación conjunta con la justicia de Braunschweig y de Múnich que también llevó a la inspección de otras empresas como Volkswagen o Bosch. En septiembre del 2015 se destapó que la empresa automovilística de Wolfsburgo había manipulado más de 11 millones de vehículos en todo el mundo, fraude que dañó la reputación de la casa así como del sector de la automoción alemán.