El FMI pide a España una subida del IVA tras estimar que incumplirá el déficit

España tendría que subir el IVA. Esa es la recomendación que ha incluido el Fondo Monetario Internacional en su último informe de supervisión fiscal tras estimar que incumplirá los objetivos del déficit pactados con la Unión Europea, tanto este año como el siguiente. Los cálculos de sus analistas apuntan a que el desfase de las cuentas públicas se situará en 2017 en el 3,3%, dos décimas por encima del objetivo del Gobierno, y muy lejos del 2,5% que el Fondo previó hace un año. El varapalo es significativo porque las cuentas no le salen al organismo internacional ni siquiera tras mejorar las perspectivas de crecimiento de la economía española para este curso. Eso implica que tendrán que adoptarse medidas adicionales para evitar el rapapolvo en Washington y las potenciales sanciones en Europa.

Pese a ser la economía avanzada que más crece, España sigue sin cumplir con el déficit pactado con la Comisión Europea. El informe del Fondo lo sitúa como uno de los países que más ha reducido en último año la presión fiscal junto a Italia y Estados Unidos, un aflojamiento que responde a la bajada de impuestos del Ejecutivo, utilizada como anzuelo por Mariano Rajoy para ayudarle a ganar las elecciones. El desfase no solo se consumaría este año, sino también en los siguientes. El FMI estima que en 2018 se quedará en el 2,7%, cinco décimas por encima del 2,2% al que se ha comprometido Madrid. De hecho, las proyecciones de sus analistas apuntan a que el objetivo pactada con los comisarios en Bruselas no se alcanzará hasta el 2021.

Las proyecciones del FMI, que están en la línea de la Comisión Europea, no dejan muchas más alternativas al Ejecutivo que aumentar la recaudación o recortar los gastos. Bruselas ya amagó el año pasado con sancionar a España por incumplir con sus compromisos y todo hace indicar que el margen para seguir haciéndolo se estaría acabado. De las dos opciones, el FMI apuesta por la primera: meterle mano al IVA reducido. “El aumento gradual de los tipos preferenciales del IVA hacia el tipo normal podría favorecer el crecimiento a corto plazo al hacer avanzar el consumo de los hogares”, asegura el informe presentado este miércoles en la capital estadounidense.

El documento habla de un ajuste fiscal que favorezca al crecimiento, una cuadratura del círculo que a su juicio podría conseguirse “expandiendo la base imponible del IVA y aumentando los impuestos especiales y los medioambientales”. España es uno de los países europeos que menos recauda por los impuestos al consumo, solo superado por Italia e Irlanda. Con los tipos recudidos y las exenciones, deja de ingresar anualmente 19.000 millones de euros, según informa Europa Press, lo que representa el 28% de la recaudación total por IVA.

En 2012 el tipo general se aumentó hasta el 21%, una medida siempre impopular. El actual Ejecutivo no es partidario de eliminar los tipos reducidos y, de hecho, anunció recientemente que el IVA cultural (salvo el cine) volverá a tributar la tasa reducida del 10%.

La deuda pública progresa algo mejor de lo esperado hace un año por el FMI. Este año se quedaría en el 98,5% del PIB, para bajar al 97,9% en 2018. Esa cifra sigue muy por encima de la media de la eurozona, que este año se situaría en el 83,1%.

En un plano financiero, el organismo que dirige Christine Lagarde señala que los bancos españoles han hecho “buen progreso” al reducir los préstamos morosos desde el pico de hace unos años y aplaude la consolidación que ha llevado a cabo el sector. Sin referirse específicamente a España, su gran preocupación en este sentido estriba en el bajo nivel de beneficios de las entidades que operan solo a escala nacional, en contraposición a los bancos globales o a aquellos que compiten en el mercado europeo. Para ellos prescribe, un nuevo proceso de consolidación.

Desde una óptica más global, el Fondo ha arrojado noticias preocupantes para Estados Unidos, al afirmar que los planes de la Administración Trump para recortar los impuestos incrementarán el déficit y contribuirán a que siga aumentando la deuda, que este año se situaría en el 108% del PIB. Ese diagnóstico sugiere que al líder estadounidense le resultará muy complicado sacar adelante la inversión masiva en infraestructuras que prometió durante la campaña, dada la resistencia de su partido a aprobar medidas que aumenten la deuda.

Trump insiste en que su rebaja fiscal estimulará la inversión empresarial y la contratación, pero el FMI teme que pueda tener consecuencias adversas, si acarrea un aumento del déficit y la inflación. En ese caso, podría obligar a la Reserva Federal a aumentar los tipos de interés más rápido de lo que ha anticipado, lo que provocaría una mayor apreciación del dólar. Ese escenario podría tener serias consecuencias en los países emergentes con deudas indexadas en dólares y también en EE UU, ya que según el Fondo, un cuarto de las deudas empresariales son vulnerables a la subida de tipos y sus contrayentes podrían tener serios problemas para pagarlas.