REBELIÓN AUTONÓMICA

Hacienda convoca este viernes a los consejeros autonómicos en el Consejo de Política Fiscal

El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados.  

El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, en el Congreso de los Diputados.   / periodico

ROSA MARÍA SÁNCHEZ / MADRID

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El ministerio de Hacienda ha convocado este viernes a los consejeros de Finanzas de las comunidades a un Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) en el que el ministro en funciones, Cristóbal Montoro, buscará apaciguar la rebelión autonómica desatada tras las nuevas medidas de disciplina presupuestaria. 

La reunión se ha convocado para tratar sobre las exigencias impuestas por Bruselas a España tras la fuerte desviación del déficit en el 2015, que han desatado un auténtico motín entre los responsables autonómicos, con Catalunya y los gobiernos socialistas al frente de la rebelión.

No obstante, también se abordará en la reunión la posibilidad de elevar el exigente objetivo de déficit impuesto a las comunidades autónomas para el 2016 (del 0,3% del PIB) en el caso de que el Gobierno en funciones logre negociar con la Comisión Europea un año más de plazo para cumplir el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) y situar el déficit público por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) en el 2017, y no en el 2016 como estaba previsto. De ese modo, el objetivo intermedio del 2016 sería superior al 2,8% actual.

PROGRAMA DE ESTABILIDAD

La noticia de que el déficit público se disparó hasta el 5% del PIB en el 2015 (muy por encima del 4,2% programado) ha hecho saltar por los aires la meta del 2016 y obliga a España a pedir oxígeno a la Comisión Europea tal como ha adelantado El País este fin de semana.

De lograrlo, los gobiernos autonómicos podrían lograr un margen adicional para acometer el duro ajuste que les exige Hacienda pues, según fuentes oficiales, no se descarta otorgar a las autonomías buena parte de la relajación de objetivos que Bruselas permita a España para el conjunto de las administraciones públicas.

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El Gobierno en funciones debe presentar en Bruselas antes de que acabe el mes el Programa de Estabilidad 2016-2019 y el objetivo del ministro de Economía, Luis de Guindos, es poder incorporar ya en el documento una nueva senda de crecimiento más “realista” y “acordada” con Bruselas que, seguramente, corregirá a la baja la previsión oficial de un crecimiento del 3% para el 2016. Además, según avanzó el ministro en funciones en RNE el jueves pasado,  la estimación de déficit para este año y los próximos tomará como punto de partida el cierre del 5% del 2015, lo que anticipa una revisión de la senda de objetivos.

DOBLE LENGUAJE

Para lograr el aplazamiento de un año en los objetivos de déficit, el Ejecutivo argumentará que ya ha adoptado nuevas medidas disciplinarias sobre las comunidades autónomas (a las que responsabiliza del desvío) y que esta vez va en serio: ya hay dos autonomías (Extremadura y Aragón) a las que se les ha embargado ingresos por pagar tarde a sus proveedores y el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, envió el 6 de abril sendas cartas a 12 consejeros autonómicos exigiéndoles un plan de ajuste al cabo de 15 días que permita cumplir el objetivo de déficit del 2016 (desde el 1,7% registrado en el 2015 al 0,3%).

Este es el mensaje de firmeza y dureza que se está construyendo de cara a la negociación con Bruselas, que debe pilotar el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos. España también defenderá que su economía está creciendo con fuerza, por encima de la media europea, gracias, en parte, a la política expansiva que se siguió en el 2015 con la doble rebaja del IRPF que adoptó el Gobierno (por importe de unos 6.000 millones de euros) y que tanto enfado provocó en la Comisión Europea.

ELECCIONES A LA VISTA

De cara al público español, se preparan otras estrategias más amigables en el contexto de una cada vez más probable nueva convocatoria de elecciones generales el 26 de junio, si fracasan las negociaciones del actual Parlamento para lograr formar Gobierno.

De entrada, se baraja trasladar a las autonomías una porción del margen adicional que pueda otorgar Bruselas superior al que viene siendo habitual. En la actualidad, Hacienda tiene asignado a las comunidades un objetivo de déficit del 0,3% para el 2016, apenas una décima parte del objetivo total (2,8% del PIB) a pesar de que el gasto autonómico representa un tercio del total. El Estado (sin contar la Seguridad Social), sin embargo, se había reservado para sí un objetivo del 2,2%, casi el 80% del objetivo total.

Si se logra de Bruselas un objetivo superior al 2,8% para este año, las autonomías podrían lograr una porción superior a ese 10% inicial.

Un mayor margen de déficit en el 2016 y nuevos ahorros en el fondo de liquidez autonómica (FLA), unidos a los recursos adicionales que el sistema de financiación autonómica depara a las autonomías en el 2016 (unos 10.000 millones), deberían permitir a las autonomías –según Hacienda- cumplir la regla de gasto (que impide que este crezca en 2016 más del 1,8% sobre el 2015) sin necesidad de recortes adicionales.