Las cuentas públicas

El déficit de la Generalitat superó en un 53% el objetivo para el 2012

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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La Generalitat cerró el año pasado con un déficit de 4.503 millones de euros, equivalente al 2,3% del producto interior bruto (PIB), el 53% más de lo comprometido (1,5%). Ese desajuste con respecto al objetivo se debió en gran parte a medidas del Gobierno central en materia de salud y enseñanza que no se tradujeron en los ahorros estimados, así como incumplimientos del Estado, según explicó el conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, al anunciar la liquidación provisional de las cuentas del año pasado. Cuando se le preguntó si no hacía autocrítica, ironizó: «Nos fiamos demasiado de que el Gobierno sabía lo que hacía».

La meta de déficit se habría podido cumplir si el Estado hubiera mantenido «una colaboración correcta y leal», destacó el president Artur Mas. De hecho, según las estimaciones del Govern, del total de números rojos del 2012, una suma equivalente al 0,77% del PIB se produjo por «el efecto de las actuaciones de la Administración general del Estado».

De ello se desprende que la parte de déficit atribuible al Estado supuso un tercio del total o la mitad del objetivo para el año. Mas-Colell aseguró que Catalunya hubiera cerrado con un desequilibrio de caja del 1,53% del PIB si el Estado hubiera cumplido. Con respecto al 2011, la Generalitat rebajó el déficit en 1,69 puntos, o en un total de 3.484 millones de euros.

AGUAS Y TÚNELES / Ni la contabilización de los casi 1.000 millones del contrato de gestión de Aigües Ter Llobregat (ATLL), inmerso en un proceso judicial, ha servido para alcanzar el compromiso del 1,5%. Las cuentas incluyen también el contrato de gestión de los túneles del Cadí y de Vallvidrera con el banco brasileño BTG Pactual y Abertis.

Mas, que dio la rueda de prensa posterior al Consell Executiu junto con Mas-Colell y el titular de Presidència, Francesc Homs, insistió en el esfuerzo hecho por la Generalitat. Aseguró que, a pesar de la «deslealtad» del Estado, la política económica aplicada por su Ejecutivo «podría haber cumplido un objetivo de déficit injusto e impuesto». El conseller de Economia destacó «el esfuerzo contenido, comprometido con la estabilidad fiscal» y, a la vez, con el mantenimiento del Estado del bienestar.

En los dos años que duró la anterior legislatura, «se han reducido los gastos ordinarios en 4.200 millones. Equivale a recortar los gastos en 5,7 millones al día», sentenció Mas. Los gastos no financieros (incluyendo intereses) y sin sumar los finalistas alcanzaron los 23.603 millones, con un recorte del 5,9% frente a la liquidación del 2011. Desde el 2010, la rebaja ha sido del 12,2%.

GASTO SOCIAL / Mas-Colell destacó que los presupuestos de Salut, Ensenyament y Benestar experimentaron una bajada del 6,9%, frente al 7,6% del resto de departamentos. En la primera legislatura de Mas, la rebaja acumulada de las áreas vinculadas con el gasto social fue del 12,5%, frente al 21,9% del resto.

Entre los ingresos no financieros destacan los contratos de ATLL y los túneles, gracias a los que se anotaron 1.343 millones. Esto contrarrestó el fracaso en la venta de edificios y otros activos, que aportó solo 18 de los 888 millones presupuestados .

Mas-Colell destacó que las medidas de ahorro impuestas por el Estado en sanidad, educación y dependencia aportaron solo 143 millones de los 1.009 millones presupuestados. Destacó que fueron cautos al elaborar las cuentas porque el Gobierno central estimaba que el impacto sería de unos 1.500 millones.

También aumentaron los costes de la Generalitat en 138 millones por la subida del IVA a partir de septiembre (se encarecieron las facturas de los proveedores). A su vez, el Estado redujo en 496 millones las transferencias finalistas e incumplió la disposición del Estatut en materia de inversiones.

Son 1.511 millones con los que el Ejecutivo catalán contaba y que no se tuvieron. Mas insistió en reclamar una distribución equitativa del objetivo de déficit entre el Estado y las autonomías. Destacó que el límite del 0,7% del PIB previsto para el 2013 requeriría «hacer en plena recesión en un año lo que hemos podido hacer con esfuerzos inmensos en dos».

Lo razonable para el 2012 sería un desfase superior al 2% del PIB, según los cálculos del Govern. Las autonomías deberían tener como objetivo un tercio del déficit total, que es la proporción que controlan del gasto público, según el Ejecutivo catalán.