La Confederació de Comerç desaparecerá al no poder hacer frente a las deudas

La Confederació de Comerç de Catalunya (CCC), la gran patronal catalana del comercio, pondrá en los próximos días punto y final a 31 años de historia. La asamblea general de la entidad ha acordado la mañana de este lunes la disolución de la entidad al no poder hacer frente a las deudas generadas en los últimos años fruto de la gestión del exsecretario general de la CCC, Miquel Àngel Fraile. Además, se pedirán responsabilidades al antiguo gestor por falsedad de las cuentas.

Según ha confirmado la presidenta de la CCC, M. Rosa Eritja, a este diario, la entidad, que se encontraba en preconcurso desde el pasado 20 de junio, optará finalmente por el concurso de acreedores y por la posterior disolución al ser imposible hacer frente a los más de dos millones de euros que adeudan tanto a trabajadores como a centros de formación y bancos. Así lo ha decidido la asamblea general de la entidad por unanimidad.

En la asamblea se ha analizado una propuesta de plan de viabilidad presentada por Eritja, presidenta de la entidad desde junio del año pasado (accedió al cargo tras el fallecimiento de Pere Llorens, histórico dirigente de la patronal). La asamblea ha rechazado esta propuesta, en la que las organizaciones territoriales debían hacerse cargo de la mayoría de la deuda. Finalmente, se ha votado optar por el concurso de acreedores, que será presentado en los próximos días.

El acceso al cargo de Eritja destapó la situación real de las cuentas de la histórica patronal, y puso el foco sobre Fraile, mano derecha de Llorens y que acabó siendo destituido, como avanzó este diario. Las cuentas anuales de los últimos tres ejercicios presentaban algunas dudas para Eritja, con abultadas pérdidas en el último ejercicio, por lo que la presidenta ordenó revisarlas. El análisis acabó destapando un agujero mayor y la "pérdida de confianza" en la gestión de Fraile, en especial en el apartado de los cursos de Formación, donde se detectó el mayor agujero. Al frente de este departamento estaba Rosa María Serrano, mujer de Fraile. También fue destituída de su cargo.

Eritja tomó las riendas de la entidad y ha buscado una fórmula pasa salvarla. Sin embargo, ante la imposibilidad de levantar fondos, y ante la negativa de Foment de hacerse cargo de la patronal sectorial, se ha optado por poner punto y final a esta etapa.

FALSEDAD DOCUMENTAL

Según las mismas fuentes, el análisis por expertos de la documentación de las cuentas presentadas por Fraile ha destapado que "los números no eran ciertos, estaban maquillados", y que la asamblea tomó durante los tres años decisiones en base a estos números.

La asamblea, por ello, también ha aprobado "tomar las medidas que sean necesarias" y pedir responsabilidades al exsecretario general por lo sucedido, incluso por la vía judicial, según otras fuentes, aunque sobre este punto deberá estudiarse si la posible demanda la presenta la Confederación, un asociado o un gremio. "Está en manos de los abogados. Primero será el concurso, y después el resto", agregan.