El Día del Trabajo

La calle reclama pacto

CCOO y UGT instan a Rajoy a que tome la iniciativa ante la «emergencia»

Álvarez se dirige a los manifestantes, en la protesta de ayer en Barcelona.

Álvarez se dirige a los manifestantes, en la protesta de ayer en Barcelona.

ANTONI FUENTES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La exigencia de un pacto social y económico contra la crisis impregnó las movilizaciones del Primero de Mayo. Miles de trabajadores unieron su voz a la de los sindicatos mayoritarios en unas 80 manifestaciones, entre las que destacó la de Barcelona, en las que exigieron al presidente del Gobierno que promueva con urgencia un gran acuerdo para no ahondar más en el peor efecto de la crisis, el que suma a más de seis millones de desempleados.

En la manifestación de Madrid, Ignacio Fernández Toxo (CCOO) y Cándido Méndez (UGT) pidieron a Rajoy un «paso adelante», se ofrecieron a respaldarle ante en Europa hacia un cambio de la política de austeridad que tan malos resultados está dando y abrieron la vía de censura política al señalar que este Gobierno no sirve para salir de la crisis. El pacto no será en todo caso una «adhesión inquebrantable».

«Defender y resistir, que no es lo mismo que estar a la defensiva», recomendó Méndez. Toxo lamentó la «falta de voluntad política» del Ejecutivo para debatir las alternativas y reclamó que «o se cambian las políticas o se cambia de Gobierno».

Los últimos datos de la EPA, en la que además de la foto fija del 27,16% de tasa de paro se encuentran situaciones límite, como los casi dos millones de hogares sin ingresos, marcaron un antes y un después en la actitud de los sindicatos respecto del Ejecutivo. «Seis millones de parados piden una respuesta», dijo el líder de UGT antes de iniciarse la marcha de Madrid, enfadado porque a Mariano Rajoy solo se le haya ocurrido pedir paciencia a los ciudadanos. «Estamos en situación de emergencia», apostilló Toxo.

FRACASO Y ERROR / «No es posible esperar al 2019 para que se cree empleo», señaló el líder de CCOO, en referencia a las previsiones del plan de estabilidad enviado a Bruselas. «Por cada décima menos de déficit, más de 200.000 personas han ido a la calle», denunció el líder de UGT, una muestra más de que deben «reconocer el fracaso y el error» de sus políticas.

Los dirigentes de UGT y CCOO han solicitado al jefe del Ejecutivo una entrevista junto a sus colegas de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), que ha convocado para junio una semana de movilizaciones. La unidad sindical europea se extiende ante la certeza de que un año más de ajustes por la consolidación fiscal supondrá un retroceso de décadas en la Europa del sur.

En Barcelona, los sindicalistas de CCOO y UGT encargados de la organización de la marcha, secundada también por USOC, no disimulaban su satisfacción al comprobar que la cabecera había sido desbordada por manifestantes. La impresión se confirmó cuando, tras los discursos de los líderes sindicales en la plaza de la Catedral, seguían bajando por la vía Laietana centenares de manifestantes de empresas y sectores afectados por los recortes, como Alstom, Cementos Molins, la enseñanza y la sanidad, y de partidos políticos.

Tras contabilizar los manifestantes en 160.000, el triple que otros años, los organizadores esperaban la réplica de la Guàrdia Urbana, a la que acusan de sesgar sus cálculos a la baja. La policía contabilizó 25.000, 15.000 más que en el 2012.

Pese a los intentos de Artur Mas de huir del paquete de recortadores, los líderes de CCOO y UGT de Catalunya, Joan Carles Gallego y Josep Maria Álvarez, y muchos manifestantes que portaban sus propias pancartas metieron alpresidenten el mismo saco que Mariano Rajoy y la Comisión Europea. Para Antònia Gil, secretaria general de USOC, los gobiernos central y de la Generalitat «han puesto el pie en el cuello de los trabajadores y de las clases sociales más desfavorecidas».

Álvarez pidió a Mas «un compromiso con los ciudadanos de que abandonará los recortes» con medidas concretas en la reunión convocada para renegociar el Acuerdo Estratégico de la economía catalana. «El Govern tiene que ser plenamente consciente -dijo Álvarez- de que si quiere una foto, que es lo que nos tememos, solo conseguirá una porque no volveremos a reunirnos».

Gallego dio a Mas una alternativa radical: que se salte a la torera la ley de estabilidad financiera que critica por imponer un techo de déficit del 1,2% del PIB que obligaría a aplicar un recorte monstruoso. Y advirtieron a Mas de que el derecho a decidir el futuro político de Catalunya también tiene que incluir la política social que se aplicará.

Tanto Álvarez como Gallego dirigieron una buena parte de sus dardos dialécticos contra la patronal Foment del Treball, cuyo edificio estaba a pocos metros de la tarima. El líder de CCOO anunció «una gran jornada de lucha» con movilizaciones por los 350 convenios en peligro de extinción.

Vea el vídeo de esta

noticia con el móvil o

en e-periodico.es