LA ÚLTIMA CRISIS FINANCIERA

Bruselas aprueba el rescate del BES y su efecto en los mercados

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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«No es un rescate público», se insistió ayer desde el Gobierno portugués, desde el propio banco y, también, desde Bruselas. La Comisión Europea (CE) autorizó el plan de liquidación del Banco Espírito Santo (BES) al considerar que las medidas para crear un banco puente con los activos sanos de la entidad (Banco Novo) y disolver el resto de los activos agrupados en el BES (banco malo) son adecuadas para evitar posibles efectos adversos en el sistema bancario.

Desde la Comisión también se evitó hablar de nacionalización, pese a que se utilizarán recursos del fondo portugués de resolución. En todo caso, la rápida intervención ha servido para evitar una tormenta de verano de los mercados. Ayer las bolsas se mantuvieron relativamente tranquilas y la prima de riesgo, tanto la portuguesa como la española, retrocedieron con respecto a las subidas de la pasada semana.

El plan anunciado en la madrugada del domingo por el Banco de Portugal saldrá adelante gracias a un préstamo de 4.500 millones de euros de fondos europeos (procedentes de la línea de crédito de 6.400 millones a bancos en apuros incluida en el rescate portugués) a Novo Banco. Lisboa prevé recuperarla con su venta en los seis próximos meses. El resto de bancos portugueses aportarán los 400 millones restantes hasta completar los 4.900 que costará la capitalización de la entidad saneada. Si esa no se vende por la cantidad del préstamo, los contribuyentes perderán dinero. Y los accionistas y bonistas junior no recuperarán nada salvo que se venda por un valor superior al del rescate.

RESTAURAR LA CONFIANZA // «La adopción de estas medidas de liquidación son adecuadas para restaurar la confianza en la estabilidad financiera y para garantizar la continuidad de los servicios y evitar unos potenciales efectos sistémicos adversos», explicó la CE en un comunicado. El Ejecutivo comunitario considera que el plan se ajusta a las normas sobre ayudas de Estado. El portavoz comunitario de Asuntos Económicos, Simon O'Connor, explicó que esta medida demuestra «la capacidad de las autoridades portuguesas y de la UE de responder en tales condiciones de urgencia», y destacó que este caso es distinto del de España. En el caso portugués los activos dañados los asumirá una entidad creada para este propósito, pero los activos y depósitos no afectados se pondrán en una nueva entidad (un banco puente), que estará «completamente capitalizada» y será «una institución viable que luego se venderá a inversores privados».

El Banco de Portugal anunció que Luís Máximo dos Santos encabezará el consejo de administración del banco malo que tendrá los activos tóxicos. Dos Santos tiene experiencia en la liquidación de entidades financieras, pues preside la Comisión del Banco Privado Portugués (BPP), pequeña entidad extinta en el 2010 por falsificación de cuentas y blanqueo de capitales. El regulador confirmó que Vítor Bento, que sustituyó en julio a Ricardo Salgado en la dirección del BES, encabezará el Banco Novo, con el Fondo de Resolución del Ministerio de Finanzas como accionista único, de momento.