La brecha entre el crecimiento español y el catalán se amplía

Contenedores en el puerto de Barcelona.

Contenedores en el puerto de Barcelona. / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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La brecha entre el crecimiento español y el catalán se amplía. Tras un ligero bache en el periodo julio-septiembre por la ralentización de la industria, la economía catalana recuperó el dinamismo en el cuarto trimestre hasta cerrar el año con un crecimiento del 1,2%.

El registro, que es el mejor desde el 2007, el primer ejercicio antes de que estallara la crisis con la caída de Lehman Brothers en octubre del 2008, se sitúa dos décimas por debajo de las primeras estimaciones para el conjunto de España (1,4%).

De hecho, esta brecha se confirmó también en los datos de la encuesta de población activa (EPA) del cuarto trimestre, en que la economía catalana no solo no creó empleo sino que fue la segunda comunidad en la que más puestos de trabajo se destruyeron (26.700) solo por detrás de Baleares (54.200). Además, tras la revisión del PIB que supuso la incorporación de la prostitución y actividades ielgales, Madrid, que tiene un millón menos de habitantes, ha tendido a ganar peso en el conjunto de la economía española (18,3%) hasta empatar con la catalana (18,8%).

En el 2013, en cambio, la economía catalana cayó el 0,5%  mientras que la española lo hizo el 1,2%. Los datos del cuarto trimestre elaborados por el Institut d'Estadística de Catalunya (Idescat) y la Conselleria d'Econonia apuntan a un crecimiento intertrimestral del 0,4% entre octubre y diciembre, frente al 0,3% en el trimestre anterior, lo que refleja que se recuperó el dinamismo. Con estos datos, la tasa interanual se situó en el cuarto trimestre en el 1,5%, frente la aceleración registrada en el conjunto del Estado, que fue del 2%.

Servicios al alza

El Govern de la Generalitat previó en los presupuestos del 2014 un crecimiento del 0,9% para este año que, posteriormente, revisó hasta el 1,4%. Finalmente se ha situado en el 1,2%.

Uno de los principales motores del alza en Catalunya fue el sector de los servicios, el de mayor peso en la economía. En el cuarto trimestre alcanzó una tasa interanual del 1,8%, con lo que cierra el año con un crecimiento medio del 1,5%. El otro gran pilar en el que se apoya el dinamismo fue la industria, con una tasa media de crecimiento del 1,2%. Las exportaciones ganaron brío el año pasado, con un alza del 2,4% hasta noviembre, pero la aceleración de las importaciones deterioró el saldo comercial.

El consumo y el conjunto de la demanda interna, así como el turismo, en el lado de la oferta, impulsaron el crecimiento. La construcción cerró el ejercicio con una caída del 2,6%, muy inferior a la del 6,7% en el 2013, pero ya cerró un cuarto trimestre en positivo, con un alza del 0,7% con respecto a julio-septiembre. El otro ramo que acabó el año en negativo fue la agricultura, con el -0,7%.

El catedrático de Economía de la Pompeu Fabra, Guillem López Casasnovas, quita hierro al diferencial entre Catalunya y España y, en especial a escala intertrimestral, afectada por eventos coyunturales. Recuerda que el primer trimestre del 2014, Alemania registró un gran crecimiento gracias a que la construcción, que habitualmente en ese periodo no crece, se disparó. La consecuencia fue que en el segundo el crecimiento se redujo porque mucha actividad se concentró en el primero, agrega.