El BCE sorprende con el anuncio de nuevos estímulos para diciembre

El presidente del Banco Central Europeo (Mario Draghi)volvió a sorprender ayer a los mercados financieros al dejar la puerta del BCE abierta de par en par a seguir imprimiendo más dinero, el tiempo que haga falta y por el importe que sea necesario, con tal de despertar la tasa de la inflación y contribuir al crecimiento económico. La decisión final sobre nuevas medidas de estímulo monetario se adoptará en diciembre, con las nuevas previsiones de inflación y crecimiento ya sobre la mesa. Pero de momento, su simple anuncio sirvió ayer para disparar las bolsas, abaratar la deuda y contribuir a depreciar el euro frente al dólar.

«El BCE sigue controlando el tempo y Draghi vuelve a sorprender a los mercados. Sin hacer nada, ha logrado una respuesta positiva de los inversores al reforzar el mensaje de que está dispuesto a hacer más en caso de ser necesario», valoró ayer el servicio de estudios de Bankia. Cuando los mercados financieros esperaban un perezoso mensaje de «esperar y ver» (wait and see, según la expresión inglesa), Draghi dijo que la actitud del consejo de gobierno, reunido ayer en Malta, había sido la de «trabajar y valorar» (work and assess) antes de tomar una decisión definitiva que algunos miembros hubieran querido adoptar ayer mismo.

Draghi advirtió, sin embargo, de que la política monetaria «no puede ser el único juego en la ciudad» y apeló a la necesidad de que los gobiernos acometan reformas económicas para impulsar el crecimiento y el empleo. Al ser preguntado sobre si la posible inestabilidad política en España y Portugal con la entrada de nuevos partidos en sus gobiernos podría perjudicar las reformas, Draghi respondió con un «no puedo comentar». Pero luego, con carácter general, añadió: «La incertidumbre es mala para la economía, para el consumo y para la inversión. Pero la incertidumbre política es parte de la democracia».

Según Draghi, la política monetaria del organismo se «reexaminará» en diciembre. Entonces se evaluará si el actual programa de compra de deuda (Quantitave Easing, en la terminología inglesa, QE) es adecuado «en términos de tamaño, composición y duración» o si por el contrario conviene ampliar el cupo actual (de compras mensuales de deuda por 60.000 millones de euros), la duración (prevista ahora hasta septiembre del 2016) o los instrumentos.

ABANICO DE INSTRUMENTOS

El consejo de gobierno está abierto a adoptar «todo un abanico de instrumentos de política monetaria», entre los que mencionó seguir avanzando en los tipos negativos con que el BCE remunera ahora los depósitos de las entidades financieras (el -0,20% en la actualidad) para forzar a los bancos a mover el dinero y dar más crédito a familias y empresas.

El BCE decidió ayer mantener el precio del dinero en su mínimo histórico del 0,05% así como la facilidad de depósito en el -0,20%.

«Hoy las cosas han cambiado», dijo Draghi para señalar la mayor preocupación del BCE por los riesgos a la baja para la crecimiento de la zona euro y para la evolución de la inflación. Y señaló los riesgos procedentes de las economías emergentes, sobre todo de China. «Estamos listos para actuar si es necesario y estamos abiertos a valorar todo el menú a nuestra disposición».

Mientras tanto el BCE continuará aplicando «plenamente» su programa de 60.000 millones mensuales de compra de deuda. Según el presidente del BCE, este programa está contribuyendo a una ligera recuperación del crédito a familias y empresas en la zona euro, con crecimientos del 1% y del 0,6% hasta agosto que, sin embargo, aún resultan insuficientes.

EUFORIA EN LOS MERCADOS

Para el estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón, el mensaje transmitido por el presidente del BCE tuvo «mucha más contundencia de lo que se preveía» y va camino de convertirse «en uno de los principales catalizadores de los precios en los próximos meses, con un sesgo claramente positivo», declaró el experto a Europa Press.

Tras la rueda de prensa de Draghi, el Ibex 35 se disparó el 2,05%, la prima de riesgo se colocó en 112,6 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a 10 años en el 1,622% y, en el mercado de divisas, el euro se hundió hasta los 1,1154 dólares. En Europa, la bolsa de Fráncfort subió el 2,55% y la de París, el 2,47% mientras que la de Londres apenas avanzó el 0,56%.