cambios en el sector financiero

La baja rentabilidad de los depósitos anima la bolsa y la contratación de depósitos estructurados

La CNMV alerta a los inversores ante alternativas vinculadas a la renta variable, que ganan atractivo frente a las cuentas bancarias

Trámites en una oficina bancaria.

Trámites en una oficina bancaria. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Depósitosbolsadeudaestructurados... Tener dos duros en el banco parece un mal negocio. ¿En qué se puede invertir en una situación de bajos tipos de interés? La caída del precio del dinero ha casi anulado el atractivo de los depósitos bancarios y anima a dejar el dinero bajo el colchón. Para los ahorradores más activos (afortunados, en cualquier caso) se ha iniciado un arduo trabajo, el de encontrar fórmulas para conseguir rentabilidad de los ahorros acumulados durante la crisis. Mientras aquellos con vocación de empresarios han encontrado en la inversión productiva la mejor opción, los ahorradores más conservadores se han visto obligados a mover ficha aunque con pocas perspectivas de elevada rentabilidad.

Y es que el precio del dinero, que sirve de referencia para primar el ahorro de los clientes bancarios, bajó del 1% en julio del 2012, pasó al 0,25% en noviembre del 2013, se quedó en el mínimo del 0,15% en junio de este año. Este 4 de septiembre, el BCE bajó el tipo al 0,05%. Casi nada. La tasa de depósitos para la banca en el BCE está en niveles negativos. El euríbor, precio del dinero a un año en el mercado interbancario europeo y principal referencia hipotecaria a tipo variable, bajó en agosto hasta el mínimo histórico del 0,469%. Como consecuencia, los depósitos ofrecen ahora una rentabilidad media en torno al 1%, frente al 2,83% de finales del 2012. En la práctica, el tipo para nuevas operaciones es incluso inferior, por lo que para conseguir rentabilidades superiores es necesario asumir alguna dosis de riesgo. La situación la resume el informe de septiembre Banca March de manera clara: "La rentabilidad por dividendo, los tipos bajos, y la falta de alternativas rentables seguirán apoyando a las bolsas". Frente a esa posibilidad de riesgo, sigue presente recurrir al mercado de deuda a largo plazo (4% a 50 años, el último producto de moda).

Los grandes bancos, aquellos que marcan la tendencia del mercado, han rebajado hasta el 0,70% TAE, en el caso de Banco Santander, y el 1% TAE en el de BBVA (ver comparador de productos), la rentabilidad de sus principales imposiciones a un año (ver el canal de asesoría financiera de la web de EL PERIÓDICO). Son retribuciones rácanas que requieren una reacción de los ahorradores si no quieren ver mermados sus ingresos anuales. Rentabilidades superiores requieren la contratación de otros productos o condiciones suplementarias (nómina, seguros, costes añadidos...).

ADVERTENCIA DE LA CNMV

Ante esta situación del mercado, aparejada al alza de comisiones en muchas entidades, el cliente está obligado a tener una actitud más proactiva si quiere obtener plusvalías de sus dinero ahorrado (quizá tras un despido), pero esa tendencia alarma a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ya publicó en el primer trimestre una clara advertencia a las entidades para que la venta no se convierta en un nuevo escándalo parecido al de las obligaciones preferentes.

Tras el susto de las preferentes, cualquier decisión de los inversores tiende a ser ahora más meditada mientras las entidades obligan a firmar documentos de descargo de responsabilidad para evitar reclamaciones posteriores. Sin embargo, dos son las alternativas más elegidas en estos tiempos; la inversión directa en bolsa y los fondos o depósitos estructurados. En ambos casos, el riesgo es elevado.

INVERSIÓN EN BOLSA

Para los más arriesgados la inversión en bolsa de una parte de los recursos disponibles siempre debe ser evaluada. En ese caso, es tradicional entre los asesores de inversión cubrir el peligro de una cartera en renta variable con valores de elevada rentabilidad por dividendo. Así, aunque el capital no esté asegurado, es posible conseguir una renta recurrente (generalmente trimestral) y que puede llegar a ser en términos anuales del orden del 5% en el caso de algunos títulos. La venta de esas acciones al cabo de dos años más la rentabilidad por dividendo hace que la inversión directa en bolsa parezca ahora más interesante. Las mejores compañías para invertir por dividendo son aquellas con un destacado componente monopolístico y presencia internacional y en general aquellas que pagaron dividendos el pasado año y se han comprometido a pagarlos en el actual ejercicio.

ESTRUCTURADOS

Otra opción que parece consolidarse como la más seguida por los inversores en los últimos meses es la de los fondos de inversión, especialmente los estructurados. Sobre este tema, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) es clara: "Estos productos son de carácter complejo y cuentan con elevado riesgo". Los define la CNMV como "la unión de dos o más productos financieros en una sola estructura. Normalmente, lo más común suele ser un producto de renta fija más uno o más derivados." Un solo ejemplo y poca asesoría independiente más.

LOS PRODUCTOS PREFERIDOS DE LOS INVERSORES

Entidades como el Banc Sabadell han reconocido que el número de partícipes en fondos de inversión se ha incrementado un 50% en el último año, con tasas de crecimiento en términos de dinero invertido no conocidas desde el 2006. Quizá en esa evolución haya influido la propia política conservadora de la entidad en los productos tradicionales, pero también hay que reconocer que es una tendencia general del mercado. Las tasas de crecimiento superiores al 200% se están registrando en el caso de los productos mixtos referenciados a la bolsa. En cualquier caso hay que valorar al depósito bancario en su justa medida. Quizá su mayor atractivo sea que el dinero en el banco está a salvo de ladrones. Además los 100.000 primeros euros invertidos en estos productos están salvaguardados por el Fondo de Garantía de Depósitos.

FONDOS CON OBJETIVO DE RENTABILIDAD

En el mercado financiero español ha tenido un relativo éxito en los últimos meses la venta de los deniminados fondos con objetivo de rentabilidad. Se calcula que podrían llegar a atraer del orden de 10.000 millones de euros este año. El problema de estos fondos es que no garantizan ni el capital y la rentabilidad pero sí ponen ante el cliente potencial una estimación de ingresos futuros.

Curiosamente, será difícil que ese tipo de producto ofrezca una rácana rentabilidad superior al 3% y sin embargo tienen éxito. El fondo destina los recursos a carteras de activos de renta fija muy estable, pero la falta de garantías es un elemento a tener en cuenta (ver los consejos de la CNMV). El fuerte trasvase de dinero hacia fondos con objetivo de rentabilidad ha despertado la inquietud del regulador (la CNMV), que ha reclamado a las gestoras que dejen muy claro a los inversores que estos productos no cuentan con ninguna garantía sobre el capital invertido.

RENTABILIDAD OBTENIDA

La mayoría de los analistas también destacan que son productos de gestión pasiva, con una apuesta conservadora pero de riesgo. El rendimiento medio conseguido por este tipo de fondos en el 2014 (del 2,96%) se antoja poco, pero la comparación con los depósitos explica su éxito (ver la oferta actual). 

Frente a estos, los fondos con mayor exposición en la bolsa tienen más atractivo (medio punto más de rentabilidad). Lo más importante es que el capital esté garantizado. El consuelo ante productos financieros de rentabilidad tan moderada es que en un contexto de baja inflación, cualquier aporte a la renta recurrente del ahorrador gana relevancia. Pero el riesgo siempre existe.

PRINCIPIOS BÁSICOS SEGÚN LA CNMV

En lo que respecta a la información a los clientes, la CNMV exige varios principios básicos en pro de la transparencia. Son los siguientes:

1- "Que se proporcione a los clientes, con carácter previo a su contratación, información cuantificada sobre el resultado estimado del producto en diferentes escenarios junto con su probabilidad de ocurrencia. En su caso, debería indicarse de forma destacada la posibilidad de incurrir en pérdidas o liquidaciones negativas. Asimismo, cuando alguna característica del producto limite los resultados que se pueden obtener, también debería señalarse dicha circunstancia y el límite fijado".

2- "Que en las denominaciones comerciales que se empleen para referirse a estos instrumentos, se evite el uso de expresiones que puedan generar confusión en cuanto a su naturaleza o características. A este respecto se considera poco recomendable el uso de términos como, "depósito estructurado" (resultando preferible "producto estructurado", o simplemente "estructurado"), o "seguro" (como por ejemplo "seguro de cambio", excepto en los casos en que la entidad pueda asegurar que se utilizan con dicha finalidad).