La gestión de los servicios públicos

Acciona gana la gestión del agua de la región metropolitana de BCN

Instalaciones de la desaladora de El Prat.

Instalaciones de la desaladora de El Prat.

AGUSTI SALA
BARCELONA

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Desembarco en Catalunya por todo lo alto. Acciona será la gestora de la compañía pública Aigües Ter Llobregat (ATLL), que abastece el agua al área metropolitana de Barcelona y otras comarcas adyacentes con más de 4,5 millones de habitantes. Aunque el grupo controlado por la familia Entrecanales ya estaba presente en Catalunya, ganar este concurso, el mayor hecho por la Generalitat, supone «un orgullo y satisfacción», según el presidente de la división de agua, Luis Castilla.

La compañía debe desembolsar 300 millones de euros y otros 700 durante 50 años de la concesión. Además deberá invertir a corto plazo otros 140 millones para paliar la salinización del Llobregat por la actividad minera en el Bages, que desde 1998 desarrolla Iberpotash, como ha hecho la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) durante los últimos 30 años, como publicó EL PERIÓDICO. Son 1.000 millones que vienen como agua de mayo al Govern para reducir el déficit para cerrar el año en el 1,5% del PIB.

El consejo de ATLL, que en julio aprobó una subida de tarifas a las suministradoras del 70%, celebrará hoy un consejo. Aún está pendiente la repercusión de ese incremento en los recibos, que puede llegar al 30%. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) aplazó aprobarla por la oposición de varios ayuntamientos.

El consorcio adjudicatario de ATLL está encabezado por Acciona Agua con un 39% y el banco de inversión brasileño BTG Pactual, con el mismo porcentaje. Además incorpora a inversores privados, como Liliana Godia o la familia Rodés (MediaPlanning). Según Territori i Sostenibilitat, cuyo titular, Lluís Recoder, firmó ayer la adjudicación, «se ha considerado que la oferta de Acciona ofrece mejor precio del agua, tal como establecía el pliego de cláusulas del concurso».

Agbar, que encabezaba el otro consorcio que se presentó a la licitación, anunció que tratará de demostrar «con todos los medios a su alcance» que su oferta «es la única viable» y no descarta impugnar el concurso. La empresa critica el hecho de que el concurso «no otorgaba ninguna puntuación a la innovación, el conocimiento, la experiencia, la profesionalidad, la voluntad de permanencia o el arraigo territorial en un ámbito tan sensible como es el agua».

SUSPICACIAS POLÍTICAS /Agbar iba de la mano de Aigües de Sabadell y la Mina Pública de Terrassa (las tres principales operadoras en Catalunya), junto con otras empresas catalanas, como Copisa, Acsa y Constructora Calaf. Además sus aliados financieros eran los fondos canadiense Caisse de Depot y australiano First State, así como CaixaBank, el Sabadell, el BBVA, Banesto, Bankinter, el Popular, BNP Paribas y Export Development Canada.

La adjudicación a Acciona ha provocado suspicacias políticas. Su presidente, José Manuel Entrecanales, encabeza el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), que celebra la semana que viene su congreso anual en Barcelona y quería pronunciar en ese marco un discurso en defensa de la unidad de España. Tanto la mesa de contratación como la Conselleria destacan que la decisión se ha tomado tras analizar «de manera objetiva, rigurosa y detallada» la documentación de ambas ofertas.

Fuentes del Govern afirman que el objetivo era que una empresa distinta de la que distribuye el agua a los clientes finales (familias y empresas), entre las que destaca Agbar, fuera la que controlara el abastecimiento mayorista, o el equivalente a Red Eléctrica en la electricidad.