James Arthur: la tele le salvó la vida

Este cantante pasó de pensar en el suicidio a vender dos millones de copias de la versión con que ganó el 'Factor X' británico. Y ha agotado las entradas en Madrid y Barcelona

James Arthur

James Arthur / periodico

JUAN MANUEL FREIRE

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Ser campeón de un concurso televisivo no facilita una carrera musical. Quizá en el principio. Después toca sortear las rápidas fluctuaciones de las modas, además de aguantar las miradas suspicaces de melómanos que consideran que nada salido del 'prime time' puede ser bueno. No, no parece un trabajo fácil, aunque muchos jóvenes artistas quieran hacerlo.

El británico James Arthur (ahora 25 años), ganador del 'Factor X' británico, se propuso hacer las cosas bien; se tomó su tiempo para grabar su debut. El cantante soul-pop se rodeó de algunos de sus productores y compositores favoritos –de Salaam Remi (Amy Winehouse) a Biffco, pasando por Emeli Sandé– y participó en la creación de todas las canciones. De todas salvo una: 'Impossible', la canción culpable de todo su éxito, la que interpretó en la final de 2012 del concurso, que se llevó por el 53,7% de los votos, contra el 38,9% de Jahméne Douglas.

'Impossible' se publicó originalmente en el 2010 y llegó cantada por Shontelle, la diva R&B de Barbados. Obtuvo un éxito notable, pero relativo si observamos cómo ha funcionado la versión de James: ya lleva más de dos millones y medio de copias vendidas en todo el mundo. "Sé cuánto debo a esa canción", explica el artista vía telefónica desde Londres. "Fue gracias a ese tema que gané en 'The X Factor'. La letra es estupenda, y no me cuesta ponerme emocional con ella. Debo mucho a esa canción".

Resbalones virtuales

La amabilidad de James es modélica. ¿Casi demasiado? Ser un ganador de 'talent show' parece duro, en serio: mucha atención demasiado rápido. Y él ha tenido algún problema manejando esa atención. Por ejemplo, tuvo que excusarse públicamente por llevarse a la cama y después plantar a una joven fan que conoció en Twitter. También recibió críticas de sus fans por su rap en contra del joven artista Micky Worthless, con algunos términos poco afortunados y de tintes homófobos. Cuando Will.I.Am declaró no conocerle, nuestro entrevistado no tuvo otra ocurrencia que enviar un tuit con estas palabras: "¿Que quién es James Arthur? Pues el tipo que evitó que consiguieras el número uno durante semanas" Hashtag: #whereisthelove, haciendo referencia a un clásico de Black Eyed Peas. Con sorna y, hay que decirlo, con gracia.

Durante la conversación, James controla las palabras, aunque parece agradecido por que alguien le hable de música, que al fin y al cabo es a lo que se dedica. Como decía al principio, él ha puesto todo su empeño en hacer un disco por encima de la media del disco-de-ganador-de-talent-show.

Pocas versiones de temas ajenos hay en el disco, solo una, la inevitable 'Impossible'. A cambio, canciones con letras personales con alguna referencia a sus ya superados problemas con el alcohol. Y un sonido cuidado, algo retro pero también actual, con base en el soul pero también referencias al pop, al rock, al R&B y, sobre todo, al rap, género que adora (y que ya sabemos, a veces se le va de las manos).

Referencias variadas

Por momentos, como en 'Get down', James Arthur parece inspirarse en el trip-hop de Massive Attack. La sola mención del grupo entusiasma al cantante. "Cuando era un adolescente, Massive Attack era uno de los grupos que más escuchaba. El sonido de las percusiones en ese tema es muy Massive Attack y muy propio del estilo de Bristol en los 90. Estoy orgulloso de este tema”. En otras ocasiones se imponen las guitarras, como en 'New tattoo', una declaración de amor a los tatuajes –uno de sus últimos caprichos ha sido un rey Arturo, tocayo suyo, en una muñeca– y, simplemente, una declaración de amor: "Te llevo como un nuevo tatuaje / El diseño, el deseo, no quiero quitarlos / Eres la clase de cosa que podría amar para siempre". Su amor por el rap se advierte especialmente en la final 'Flyin', un minuto y 20 segundos con el británico rapeando con acento yanqui. Cerca de Eminem, el artista que evitó que el disco James Arthur fuera número uno en su primera semana en Reino Unido.

"Soy admirador de Marvin GayeMichael JacksonThe TemptationsMobyPrince… También mucha música rock como Led Zeppelin. Y, bueno, el hip hop es mi principal influencia. Sobre todo Wu-Tang Clan". Suelta nombres de forma apresurada, señal de su pasión por la música. Que le viene de lejos y, además, de familia.

James Arthur nació en Middlesbrough en 1988, de madre inglesa y padre escocés. Este último había sido batería y DJ. Sus padres se separaron cuando él tenía un año y su relación con su progenitor no fue muy buena –según James contó en 'The X Factor', ni con progenitor ni con progenitora–, pero quizá la influencia musical iba en el ADN. Desde los 15 probó a hacer música con distintos proyectos: Moonlight DriveCue The DramaSave ArcadeEmerald Skye (si no les suena ninguno, es normal. Ninguno de ellos fue casi nada). Cuando se presentó al concurso 'The voice' en 2011, llegó a situarse entre los últimos 200, pero no entró. En 2012, volvió a grabar canciones, ahora como The James Arthur Project, sin demasiado éxito.

Pensamientos suicidas

James tocaba fondo a finales de ese mismo año. Tenía pensamientos suicidas que trató de paliar con el alcohol. El sueño de hacer música y, además, vivir de ello se disipaba por momentos. 'The X Factor' cambió su forma de ver las cosas. ¿Recomienda entonces una experiencia así a cantantes emergentes? "Por supuesto que sí. Sé por experiencia que darte a conocer es difícil si no tienes dinero, o alguien que apueste por ti. Si tienes la oportunidad de entrar, hazlo".

La experiencia de 'The X Factor' cambió su vida en muchos sentidos, en gran parte para mejor. Se acabó el abuso del alcohol, por ejemplo. "Tengo muchos objetivos por cumplir y el alcohol no ayuda mucho a la creatividad", afirma. No ha sido el único cambio que ha experimentado en su vida. "La gente a mi alrededor no ha cambiado, solo he cambiado yo. Me siento más seguro, como si fuera capaz de conseguir un montón de cosas. Me ha dado mucha confianza. Después de haber estado deprimido y de haber pasado por todo lo que he pasado, estoy en una fase completamente distinta. Ahora me siento cómodo en mi piel". Una de sus canciones más conocidas se titula 'You’re nobody ‘til somebody loves you' (No eres nadie hasta que alguien te ama), pero quizá debió llamarla 'No eres nadie hasta que te amas a ti mismo'.

En el disco no tiene miedo a hablar sobre su proceso de caída y revigorización. "Diseñé mi recuperación", canta en 'Recovery', un tema semiautobiográfico que muestra al cantante en su fase más emocional. 'Suicide' no es en realidad una historia de sus noches más oscuras, sino la crónica ficticia de una relación que se desintegra. Sea como sea, es también intensa; 'James Arthur' es disco de grandes emociones, grandes gestos, explosiones sentimentales. Como una especie de 'blockbuster' sonoro neo-soul. "Quiero llegar a la gente, ese es mi principal objetivo. Tocar de algún modo. Y a la mayor variedad de gente posible. Creo que tengo fans de todas las edades y eso me gusta. En mi cabeza, los mejores artistas pop llegan a todo tipo de público, de diferentes lugares del mundo; también de diferentes partes de la vida. Me gustaría que mi música pudiera emocionar a cualquier ser humano".

Entradas agotadas

Es un objetivo bastante ambicioso, pero por ahora mal no le va, a pesar de los resbalones virtuales propios de la inmadurez. Al éxito de su primer disco –que coló 63.996 copias, solo en Reino Unido, solo en su primera semana– se suma el de sus conciertos. La gira por su país agotó entradas. Y lo mismo ha sucedido con sus conciertos en Madrid (7 de febrero, Joy Eslava) y Barcelona (día 8, Bikini). James está feliz, asegura, de visitar por primera vez Barcelona, pero más… de volver a Salou. "Hace un tiempo estuve en Salou. ¡Y me encantaría volver a ir!".

¿Y el segundo disco para cuándo?, se preguntarán algunos. Los fans dan por hecho que James podría grabar otro con las, al parecer, casi 70 canciones que quedaron fuera de 'James Arthur'. "Estábamos inspirados. En total compusimos unas 80 canciones, suficientes para grabar tres álbumes".