PRIMERO DE MES

El dolor de los bebés

najat el hachmi

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Acaba de nacer la niña y ya están diciendo: “Ponedlependientes, daos prisa, ponedle pendientes. Es que sin pendientes no sabemos que es niña”. Da igual que el bebé vaya todo derosa, con vestidito y lleno devolantes, con unlacito en la cabeza. Ni que lleve impreso en la camiseta 'soy una niña': en este mundo, si no llevas pendientes, eres niño. O sea, que por regla general los nacidos son todos niños hasta que se demuestra lo contrario. Las niñas no son más que unasubcategoría derivada del macho. Cualquiera diría que es estamodificación corporal lo que las convierte en mujeres. “Pero ponedle pendientes, ¿cómo es que no se los queréis poner?”. Pues mire, señor, es que no le hacen ninguna falta. Es más, seguro que se convertirían en un estorbo. Pero, entonces, ¿cómo voy a saber que es una niña? No lo puede saber solo mirándola porque losbebés tienen el defecto de no ser lo suficientemente femeninos o masculinos, pero piense que siempre habrá un 50% de posibilidades de que sea niño y otro 50% de que sea niña. En todo caso, a ella le es del todo prescindible su opinión.

Pero no, todo el mundo mira a la niña, le mira lasorejas y dicen “qué guapo”, “qué simpático”. La madre siempre corrige: guapa, simpática. “Ah, es que como no lleva pendientes... ¿Por qué?”. Hay incluso quien seofende. Pues, mire, básicamente porque en esta vida ya haysuficiente dolor no buscado y porque la sensación de que te atraviesen la piel, la carne tierna y te la rasguen para hacer entrar un metal completamente ajeno a tu naturaleza no debe de ser muy agradable. Pero la madre opta por resumir su respuesta: “Porque duele”. Una explicación que cree suficientementeconvincente, suficientemente clara y que espera que conmueva al intruso que de repente se ha metido en laintimidad de esta familia. Pero no, quien preguntaba ahora contesta: “Si es un momento, ni se dan cuenta, cuanto más pequeños mejor, hoy en día te lo hacen en la farmacia o en el hospital”. La madre dice: “¿Conanestesia?”. “No, mujer, no, ¿cómo va a ser con anestesia si es algo tan pequeño?”. He aquí como el dolor de los bebés, los bebés femeninos, es minimizado.

Si a usted le duele que le perforen cualquier parte del cuerpo, imagínese lo que es para un ser diminuto con poco tiempo fuera del vientre de la madre, mássensible que los adultos, con un cuerpo que protegemos instintivamente porque sabemosfrágil y sobre todo para alguien que aún no dispone de la herramienta principal para entender y gestionar lo que le pasa:el lenguaje. No solo siente que le disparan a los lóbulos sin miramientos, sino que no puede construir ninguna historia que le explique por qué le está pasando esto. Cuando la niña sea mayor y quiera someterse a estamutilación voluntariamente, llevará con ella toda la historia, la cultura, el relato que le servirá, junto con los ideales estéticos y de feminidad, para soportar el dolor. Pero no, debemos actuar a traición y ahora que no puede quejarse, que sabemos que no podrárecordar el momento y reprocharnos que fuéramos tanbárbaros, ahora es cuando los adultos somos valientes con esta persona en crecimiento y ¡pam! disparamos.

Duele igual, responde la madre, aunque sea un momento, hace daño igual y no es ninguna necesidad, no se morirá ni le pasará nada a la niña si no le pongo pendientes. Otrosdolores ysufrimientos no se los podré ahorrar, pero este sí”.