una vecina llamada... Lloll Bertran, actriz

Lloll Bertran: «Si no fuera por el parque Güell, no sé si viviría en Barcelona»

<b>Lloll Bertran es 'Stria', reina de las brujas, </b>en el musical <i>Gerónimo Stilton</i> que hasta el 27 de marzo puede verse en el Teatro Condal. Como Cenicienta, acabada la función, la actriz se desprende de su traje de fantasía para regresar a casa, en las altas cimas de Gràcia-Vallcarca.

Pujada de la Glòria ¿Barcelona o San Francisco?LAS SOLIDARIAS ESCALERAS AUTOMÁTICAS QUE ASCIENDEN A LOS TURISTAS AL PARQUE GÜELL SON EL MITO PARA UNA ESTRELLA DEL ESPECTÁCULO

Pujada de la Glòria ¿Barcelona o San Francisco?LAS SOLIDARIAS ESCALERAS AUTOMÁTICAS QUE ASCIENDEN A LOS TURISTAS AL PARQUE GÜELL SON EL MITO PARA UNA ESTRELLA DEL ESPECTÁCULO

CARME ESCALES
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un barrio con tantas subidas y bajadas, coronado por uno de los pulmones verdes más valiosos de Barcelona solo podía llamarse barrio de La Salut. Y solamente en él, la actriz igualadina Lloll Bertran se siente con los pies en la ciudad que da más cuerda a sus actuaciones, pero con la mente, la mirada y el alma en la naturaleza de la que proviene.

Subió por primera vez al barrio de La Salut porque le habían invitado a cenar, y se quedó a vivir. Ya lleva una veintena de años. «Recuerdo que llevé conmigo un pijama que no utilicé», dice la aprendiz de bruja. Su pareja Celdoni Fonoll, oriundo de Calaf (Anoia), de la misma comarca que ella, había descubierto, unos años antes, este rincón elevado de la ciudad. «Barcelona, en general, es más fría y distante que ciudades más pequeñas, como Igualada. Pero para el trabajo, es mucho más práctico vivir aquí. A pesar de que las autovías hayan recortado mucho las distancias», señala la actriz. Ella primero residió en el Eixample que, «aunque es fantástico, si hubieran dejado acabar el Pla Cerdà, sería magnífico», opina Bertran.

Esas manzanas del Eixample con patio interior que ella tanto admira tienen su equivalente en el barrio de La Salut en los jardines privados de algunas casas. «Cada vez que destruyen una casa para levantar pisos, igual que cada vez que arrancan un árbol, yo lo siento enormemente», señala.

Pajarillos y ejercicio

«El jardincito de las casas viejas da tanta vida..., y cuatro flores, cuanto color», declara, desde un barrio privilegiado por tener al lado la pequeña reserva del parque Güell. «Nosotros nos sentimos muy orgullosos de la parte más escultural y visitada del parque, pero la que realmente vivimos cada día es otra», dice Bertran. «Diariamente salimos a correr antes de comer por el lado más silvestre del parque», explica la actriz, mientras descubre que la mimosa acaba de florecer.

Acompañada de Celdoni Fonoll, un experto en flora y fauna, poeta, naturalista y cantautor -ayer presentó su décimo libro Veus d'ocells / Bells ocells (Lynx), con epílogo de Lloll Bertran-, la actriz ya no puede mirar a su alrededor en el parque sin atender a los detalles de los pajarillos, flores, plantas y árboles que ha aprendido a nombrar de la mano de su pareja. «Si no fuese por el parque Güell, no sé si viviría en Barcelona», aclara la actriz que se mantiene en excelente forma por sus performances musicales sobre el escenario y las ascensiones cotidianas en un barrio ideal para atletas. «Además de correr por el parque, también voy al gimnasio porque allí potencias muchos más músculos que cuando simplemente corres o caminas», confiesa, mientras ascendemos por la Baixada de la Glòria.

Escaleras hacia el cielo

Es la calle que cada día frecuenta con turistas de todo el mundo y cuya inclinación recuerda los verticales asfaltos en algunos barrios de San Francisco. Es el toque internacional de un barrio tranquilo, de pequeños comercios, y modesto mercado. «El mercado de Lesseps es relativamente pequeño, pero tiene mucho caliu». En la pescadería Pilar, ese caliu se demuestra con risas y alabanzas de ella a quienes le filetean el rape casi como un carpaccio, «me encanta tan finito», -afirma la Lloll- mientras los pescateros alaban a la actriz por su papel en Gerónimo Stilton, musical de la companía Fantasía que dirige Àngel Llàcer, que estará en cartel en el Condal hasta el domingo 27 de marzo.

Son relaciones y tratos de confianza, las del mercado y las tiendas, que Bertran agradece porque le resulta mucho más familiar. En la misma calle de Verdi, otro ejemplo, la actriz tiene su tintorería salvavidas. «Es magnífico el trabajo de Mercè con las prendas delicadas», dice, a punto de retomar el camino a uno de sus lugares favoritos: un mirador de la ciudad desde el que Bertran y Fonoll contemplan a sus pies la ciudad cuyo skyline ha cambiado en los últimos años, y el mar. «M'exalta el nou i m'enamora el vell», dice Lloll Bertran citando al poeta Foix, mientras respira y agradece profundamente esos grados de menos que hay en lo alto de la ciudad. «Cuando me preguntan si prefiero el mar o la montaña, siempre contesto: el mar desde la montaña», dice la actriz, que está perfectamente ubicada para experimentarlo, cada día.