El Sporting despide a Preciado pese al apoyo de la afición

Era una destitución por la crisis del equipo pero nadie lo hubiese dicho. Lógico, tratándose de quien se trataba. Manolo Preciado, de 54 años, ya no es el entrenador del Sporting. El bravo técnico cántabro cumplía su sexta temporada en el club asturiano, al que levantó desde Segunda y lo mantuvo en la élite las tres últimas campañas. Ahora marchaba penúltimo en la Liga, una situación con la que ya se había acostumbrado a convivir en otros ejercicios. También tenía el apoyo de la plantilla y la afición, pero la directiva no tuvo compasión. La goleada sufrida ante la Real Sociedad (5-1) acabó con él.

Se esperaba que el consejo diera otra oportunidad a Preciado, que ya había estado otras ocasiones al borde del abismo. Seguro que la gente de El Molinón le hubiese dado todo su apoyo el domingo al mediodía ante Osasuna, pero no podrá ser. «Te despido con el corazón, con enorme pena y deseándote toda la suerte del mundo», dijo Manuel Vega Arango, presidente del Sporting, que comunicó entre lágrimas el adiós del técnico. «Te encontraste un equipo en las cenizas y lo llevaste hasta aquí con tu trabajo y hombría», añadió el dirigente, que interrumpió su discurso varias veces por la emoción.

La afición se volcó con su querido entrenador, que fue ovacionado por los seguidores que acudieron a su salida del recinto esportinguista. «Lamento si hice algo mal, seré de este equipo toda mi vida. Seré socio de este club hasta que me muera. Necesitaría siete vidas para agradecer todo el cariño recibido durante estos años en Gijón», explicó el técnico.

«UN PADRE PARA TODOS» / Preciado recordó el ascenso del 2008 como su «mejor momento» en el club. Los jugadores, mientras, también le dedicaron elogios. «Era como un padre para todos. Ha hecho grandes cosas aquí. Ojalá se hubiese quedado muchos años más», apuntó David Barral, que llegó al Sporting el mismo año que Preciado. El segundo entrenador, Iñaki Tejada, se hace cargo por ahora del equipo. Michel, exmíster del Getafe, es el preferido para ocupar el banquillo asturiano.