EN LA PIEL DE UN BOMBERO

«No soy campeón de nada, voy a divertirme»

El periodista Manel de Luna correrá la Cursa con la equipación de los bomberos

IOSU DE LA TORRE / BARCELONA

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El redactor jefe de la sección 'Extra' de EL PERIÓDICO tiene una vida trazada por las carreras populares en la calle. Las maratones de Barcelona, Estocolmo, San Sebastián o Sevilla contemplan a este 'runner' que el domingo se pondrá en la piel de un bombero. 

-¿Cuáles son sus sensaciones en el último kilómetro de la Cursa? El último kilómetro se hace eterno. Agobio por llegar. Da la sensación de que corres poco. Estás solo, sin gasolina. Te falta el oxígeno.

-¿Qué hace en la piel del bombero? experimentar algo que siempre me llamó la atención. Cuando estás en la cursa ver a los bomberos corriendo es espectacular. 

-Equipados para sofocar un fuego. Sí, el uniforme completo, la casaca, gruesa y pesada, como el pantalón, el casco... El calzado cambia porque las botas reglamentarias no sirven. Son un peso extra de kilos, pero la dificultad no está en el exceso sino en la triple capa ignífuga, tipo a los pilotos de F-1, que impide transpirar. Vas sudando, coges temperatura, eres un horno, 40, 50 grados. Puedes deshidratarte muy rápido. Agua, necesitas mucha agua...

-Pistoletazo de salida,¿qué se vive? Todo el mundo sale revolucionado, con la adrenalina a tope. Es una trampa, euforia en el arranque y  agonía en el kilómetro 10. Todo hace que salgas muy disparado. Lo importante es controlar el ritmo desde el kilómetro uno. Sales rodeado de bomberos, unos 200, me sentiré un poco bombero.

-¿Tiene método de concentración? No hay método. Lo más horrible en una carrera son los cinco minutos antes, estás ahí esperando con toda la gente, mirando contínuamente el reloj, mirando las pulsaciones, intentando distraerte para que el tiempo pase y empiece de una vez la carrera. La concentración en una carrera popular es complicada.  

-Equilibro físico y mental.Hay que tener en cuenta en qué nivel corres... Yo soy de carrera popular, me lo tomo de otra manera, nunca pondré el corazón a un límite que no me compensa. Yo no soy campeón de nada.  Yo voy a divertirme.

-Piensa en alguien, en algo... Toda carrera es un sueño. Vas teniendo todo tipo de sensaciones. Son instantes, impactos, imágenes, del que te da la mano, del que te cuenta un chiste o del conductor que se queja por el atasco. Son pantallazos que te vuelven después.

-¿Correrá solo o acompañado? Intentaré ir con algunos amigos y con mi hija. Correr con ella me hace ilusión. Me da un punto de energía. Es todo mental, pero funciona.

-¿Cómo late Barcelona? Fantástica. Es brutal el calor de la gente. Te apoya, te asiste, jalean tu nombre al verlo en el dorsal.

-¿Algún tramo especial?  Uno muy peligroso, la subida del Paral.lel, hacia el kilómetro 3. Muy bonito de bajar, el de Via Laietana. Desde Urquinaona ves la marea humana en esa Barcelona luminosa.

-¿Cuánto peso perderá? Unos dos kilos. Es líquido que se recupera rápido. Iré bien hidratado.-

-Correr es de cobardes. No sé si huyo de algo o lo persigo. Corro desde los 12 años. En clase de gimnasia nos obligaban a correr y no lo he dejado. Hay que emplear las piernas para algo más que ponerse o quitarse los pantalones. Correr, caminar es buenísimo. Yo corro para sentirme bien.

-Tuvo que demostrar a los bomberos que puede acompañarles. El caporal Víctor Dobaño me aconsejó medirme en la cinta del gimnasio del cuartel del Escorxador. Lo cubrí en unos 52 minutos. No está mal. A los 40 años lo hacía en 38 minutos. La marquitis se me pasó. Hace mucho que no me obsesiono.

-Bombero, periodista, profesiones cruzadas. La respuesta fácil: vamos quemados. Nunca sabemos que pasará dentro de un minuto y habrá ocasiones en que quizá nos encontraremos. En un fuego o en una cursa. 

-¿Cuándo dejará de participar en carreras populares? No lo sé. Cada vez que acabo una maratón me lo planteo. Luego me olvido y vuelvo a plantearme un reto.

-¿El próximo? Correr empujando a una persona en silla de ruedas. Quiero que disfrute del momento en que el público te aplaude y te anima a seguir.