Radiografía de una conquista

Cuatro medallas en cinco torneos (tres oros Europeos, una plata olímpica). Para Sergio Scariolo (Brescia, 1961), el regreso al banquillo de la selección en el Eurobásquet de Lille ha supuesto un triunfo profesional. "Me he divertido más que en las otras finales", admite el técnico, que relata en primera persona el camino del oro de Lille.

El desafío por las bajas

"Acertamos con el dibujo y los roles"

Una leyenda de oro

"Es evidente que a pesar de la confirmación de la presencia de Pau Gasol, las bajas de Marc, Navarro, Ricky, Calde... mermaban la cantidad de talento y obligaban a rentabilizar al máximo el que teníamos. Había una necesidad de entender que era indispensable un nivel de química alto en la cancha --no hablo de fuera porque siempre ha existido-- y que el deseo de protagonismo no estuviera por encima. Acertamos con el dibujo original tras la primera semana. Teníamos bastante claro cómo teníamos que encajar las piezas y armar el esqueleto del equipo y los roles quedaron bastante bien definidos. Estoy muy agradecido a los jugadores, que no me crearon problemas de gestión, de egoísmo, de deseo de protagonismo, y me permitieron concentrarme más que nunca en el baloncesto. Eso fue una bendición y lo hizo todo más llevadero".

Las primeras dudas

"Encontré serenidad y confianza en el grupo"

"No noté dudas dentro y las de fuera sirven como una motivación añadida. Sí que tuvimos errores de concentración e inexperiencia en los primeros partidos, con tanto debutantes y la necesidad de repartir minutos para meter a todo el mundo en la competición. Pero a la larga valió la pena. Hay cosas obligadas. Era un riesgo asumido. Desde luego una de las fotos que guardaré de este campeonato es la del día siguiente de perder ante Serbia. Al entrar en la sala de reuniones, me di cuenta de que tenía delante a 12 jugadores con confianza, concentrados. Con ganas de escuchar el plan para ganar a Turquía al día siguiente. No había una reacción rabiosa. Encontré serenidad y personalidad. Entre las dos derrotas, disputamos un partido extraordinario ante Turquía y eso ayudó".

Todo o nada ante Alemania

"Era una final y dimos un paso adelante"

"Fue como la primera final porque era un partido de eliminación directa. Pero no puede hablarse de punto de inflexión. Desde el partido frente a Islandia no volvimos a perder, pero la sensación es que íbamos creciendo día a día. Pero sí dimos un paso adelante en un pabellón volcado, ante el equipo de casa y con tres NBA. De hecho, tuvimos el partido controlado 35 minutos, y sobre todo destacaría la forma en la que los jugadores lo prepararon. Tuvimos algún despiste en los tres minutos finales, aunque los tiros libres de Schroeder que pudieron forzar la prórroga llegaron por un error arbitral porque Ribas hace la falta mucho antes".

Cuartos ante Grecia

"Sabíamos qué hacer para ganar"

"Por un lado era un partido contra un rival que, en ese momento, estaba valorado de manera superior. Y por otro nos exigía una situación defensiva especial para defender el 'pick and roll' para Spanoulis o Antetokounmpo, que era una de sus claves. Lo afrontamos con la tranquilidad de ponernos delante de nuestros jugadores y decirles: 'Le hemos dado muchas vueltas al plan del partido y esto es lo que tenemos que hacer para ganar'. Y que todos los jugadores lo aceptaran sin dudar y dijeran: 'Vamos a por ellos'. Luego el partido de Claver nos ayudó mucho. Él sabía desde el primer día que iba a ser muy importante en el rol de alero alto. La lesión de Rudy aumentó la necesidad de contar con él. Y Claver respondió de forma inmejorable. En la estadística global, San Emeterio es de los que tuvo una valoración más alta a nivel ofensivo por minuto, y Claver, a nivel defensivo".

Apoteosis ante Francia

"Mentalmente fuimos mucho más fuertes"

"El crecimiento defensivo fue clave para ganar la semifinal, nuestra capacidad para reducir errores y para rebajar el número de los triples. A nivel ofensivo, estuvimos por encima de lo esperado. Tuvimos dos puntos de referencia importantes: uno, la presencia de Pau constante; el otro, la entrada del Chacho, que aportaba un cambio de ritmo y siempre encendía una chispa en ataque. No recuerdo haber recibido tantos mensajes tras un partido como en este caso. Las connotaciones trascendían del baloncesto. Yo creo que fuimos mejores. Tuvimos la humildad de afrontar el partido sabiendo que partíamos detrás de ellos en la parrilla, pero que pasarían muchas cosas. Mentalmente fuimos más fuertes. En el último cuarto parecía que nos alejábamos del plan de llegar a un final igualado, pero no les dejamos escapar. Merecimos ganar en el tiempo regular, pero un par de errores nos llevaron a la prórroga".

El control de la final

"Veías en las caras que no lo dejarían escapar"

"Tenía un poco de recelo porque esperábamos a Serbia en la final. Incluso había ganas de desquitarnos de la primera derrota. Y la victoria de Lituania en semifinales nos sorprendió y preocupó. Te planteas que si han eliminado a Serbia y también a Italia tienen algo importante como equipo. Pero la preparación de los jugadores y sus caras eran de gente que ya se veía en la línea de meta y que no estaban dispuestos a dejar escapar el premio. El impacto de nuestra defensa en el primer cuarto fue decisivo y en el tercero decidí poner a Felipe [Reyes] para apretar aún más las tuercas, sabiendo que podía dar un plus de energía. Nos fuimos de 15 y a partir de ahí fue bastante plácido hasta el final".

Referente indiscutible

"Gasol lideró desde la generosidad"

"Es difícil encontrar las palabras para no ser banal después de todo lo que se ha dicho de él. Para no ser empalagoso. Es evidente que Pau ha tenido un campeonato global. No ha tenido fisuras ni en la cancha ni fuera. Desde el primer día mostró una seriedad y una meticulosidad que fue contagiosa. Fue un punto de referencia desde la generosidad, no desde el despotismo. Pau se ajustó a la situación de forma casi natural y estuvo impresionante. Tener su respeto, con ese alto conocimiento intelectual del baloncesto, lo he dicho alguna vez, es fundamental cara al grupo, Fue un respaldo muy fuerte. Y creo que en ningún momento sus compañeros tuvieron un punto de celos de él. Supieron facilitarle las cosas en ataque y en defensa evitarle el desgaste más allá del normal".

Río como nueva meta

"La motivación de medalla será máxima"

"Nosotros seremos los primeros que nos pediremos volver a competir por medalla. Ya hemos estado en unos Juegos. Sabemos que es una competición especial y también lo increíble que es ganar una medalla. La motivación será máxima, pero partiendo de los propios jugadores. Sabemos que será complicado. Todo el mundo recuerda la fantástica final que disputamos frente a Estados Unidos, pero algunos menos son los que recuerdan lo que nos costó vencer a Rusia y a Francia en las rondas previas para llegar a aquella final. Volveremos a pasarlo mal seguramente para vivir otro partido de medallas. Y obviamente tendremos que hacerlo desde la humildad, sin ningún atisbo de prepotencia".