RESACA INSTITUCIONAL DE LA COPA

La pitada trae cola

Antiviolencia decide este lunes si impone alguna sanción aunque apunta a los grupos que la incitaron

Seguidores del Barça , en el Camp Nou, en los instantes previos a la final de Copa.

Seguidores del Barça , en el Camp Nou, en los instantes previos a la final de Copa. / periodico

JORDI TIÓ / BARCELONA

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La Copa ya es historia para el Barça y los culés, pendientes ahora del triplete, pero hay otra final que sigue disputándose en los despachos de Madrid por la atronadora pitada que recibió el himno de España y la entrada del rey Felipe VI en el palco del Camp Nou. No era la primera vez que una gran bronca acompañaba los compases de la marcha real (ya sucedió en Mestalla, en el 2009, y en el Calderón, en el 2012), pero sí que, esta vez, el Gobierno central parece decidido a no pasar por alto lo que considera «un ataque a la democracia y a los símbolos de todos los españoles», según la nota emitida por el Ejecutivo mientras todavía se disputaba el partido y aún resonaban las paredes del estadio. Por ello, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte se reúne hoy para determinar si impone algún tipo de sanción disciplinaria o económica.

«INCITACIÓN A LA VIOLENCIA»

Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), ya advirtió por carta a Barça y Athletic, antes del partido, que podrían ser sancionados en caso de producirse una nueva pitada al himno. Fuentes próximas a Antiviolencia, sin embargo, consideran que, en última instancia, la responsabilidad no es tanto de los clubs, e incluso de la federación (organizadora y responsable de la final) sino de «los grupos que incitaron y propiciaron la protesta», sin especificar cuáles, aunque sí asegura Antiviolencia «que están identificados». La Comisión entiende que los pitos al himno fueron «una incitación a la violencia» ya que considera que «incomodó» a miles de espectadores en el estadio y que esta situación «pudo propiciar una reacción violenta».

Decida lo que decida hoy Antiviolencia, tanto la Generalitat como el Gobierno vasco se pronunciaron ayer dando su apoyo a Barça y Athletic, respectivamente. De hecho, Artur Mas ya dio su opinión nada más terminar el partido y tras tener conocimiento de las intenciones del Gobierno. «Les pido que se lo repiensen. No se puede hacer el ridículo», afirmó el president.

Ivan Tibau, secretario general del Esport, manifestó ayer que «la Generalitat estará junto al Barça» y se extrañó de la rapidez del comunicado del Gobierno central. «Los clubs actuaron perfectamente antes del partido y tratar de buscar culpables es muy complicado. Con amenazas antes del partido, lo único que se consigue es una pitada monumental», reflexionó Tibau, que añadió que en el palco había visto «mucho más tranquilo al rey Felipe VI que a los miembros del Gobierno. Ve las cosas diferentes y con más frialdad».

REACCIÓN AZULGRANA

También el Ejecutivo vasco echó un cable a la entidad de San Mamés. «Es un error pretender sancionar a los clubs por una decisión de sus aficiones para expresar una opinión crítica sobre la situación política». El Gobierno de Vitoria considera que «no es el camino la urgencia de la amenaza a los clubs el modo de abordar una cuestión sociopolítica que merece otras reflexiones».

También el Barça, a través de Carles Vilarrubí, vicepresidente del área institucional, irrumpió ante un posible castigo. «Si hay sanción, debemos ser reactivos. En definitiva, éramos un equipo visitante, un elemento pasivo», reflexionó el directivo en RAC 1, que agregó que el club ya hizo «lo que tocaba hacer» antes del partido: «Dijimos públicamente que nuestra posición era la de respeto a las instituciones, a las personas y a los himnos. No nos tocaba ir más allá», sentenció en referencia a las advertencia expresadas en la carta del Gobierno antes de la final.

PEDRO SÁNCHEZ LLAMA AL REY

PP PSOE mostraron su rechazo absoluto a la pitada. «Muchos no entienden aún que la democracia se basa en el respeto a las ideas, valores y símbolos que unen a los españoles», dijo Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP. Pedro Sánchez, líder socialista, llamó ayer al rey Felipe VI para expresarle su apoyo. El PSOE expresó su repulsa a través deuna nota: «La convivencia democrática exige respetar los símbolos, incluso por parte de aquellos que no los sientes como propios. La falta de respeto solo añade tensión».