Messi torpedea el récord

A las 21.27 horas de un domingo invernal, acabando ya el 9 de diciembre del 2012, futbolero, con media Sevilla vestida de verdiblanco, Leo Messi empalmó un zurdazo que finiquitaba el mito de Gerd Müller, tras un excelente pase de Iniesta, y construía un mito al que no se le adivina final. 86 goles, sí ¡¡86 goles!! en el 2012 y... Y todavía no ha terminado. "Eran ustedes los que estaban pesados con el récord", bromeó después la estrella del Barcelona tras esos dos goles que dieron el triunfo sobre el Betis, manteniendo la distancia de 11 puntos sobre el Madrid, además de firmar un inicio de Liga sideral: 14 victorias, 1 empate, 43 puntos de 45 posibles. Lo nunca visto. Como Messi.

"Ahora intentaré marcar algún gol más para dejárselo un poco más difícil al próximo", llegó a decir con una pícara sonrisa Messi, consciente de que esa página de la historia, el mejor goleador en un año natural, también le pertenece. Es suya desde ayer. "Es un extraterrestre, es sobrenatural, no tiene límites. A veces hay que esperar a que un jugador se retire para decir que es el mejor del mundo. Con Leo, no. Él ya lo es", gritó Piqué.

"Parece muy sencillo, pero describir ese talento, esa capacidad de definir que tiene es muy complicado", subrayó Zubizarreta, el director deportivo del Barça. "Cuando se habla de esa cantidad de goles parece imposible que alguien lo pueda hacer. Pero él lo hace. Y le quedan tres partidos más...", recordó Tito.

Dos zurdazos

Messi, que el miércoles salió en camilla del Camp Nou temiéndose lo peor en esa dañada rodilla izquierda, tenía prisa. Ni media hora de partido y había enterrado con dos grandes zurdazos el recuerdo de Müller. "No volveremos a ver un jugador así, no solo por su capacidad goleadora sino porque un jugador de tanto nivel también entiende el juego y nos ayuda en defensa", comentó Tito, el técnico que lo gozó de cadete y lo saborea ahora en su primera experiencia como máximo responsable del Barça.

"Es un lindo récord, claro que sí, pero ya pasó...". O sea, 86 le parecen pocos. Tiene ahora, por delante, tres partidos más (el miércoles Córdoba en la Copa, el domingo llega el Atlético de Falcao al Camp Nou y se acaba el 2012 en Valladolid). "¿Mi siguiente reto? Ganar al Córdoba", dijo sin darse importancia. "Nunca espero nada, solo hacer un buen partido y ayudar a los compañeros", añadió. "Intentaré marcar alguno más...", concluyó sonriendo como un niño.