El City de Guardiola acaricia el pase a la Champions

El equipo inglés golea al Steaua en Bucarest (0-5) con un triple del Kun Agüero, que había fallado antes dos penaltis

El Kun Agüero celebra uno de sus tres goles al Steaua de Bucarest en la previa de la Champions.

El Kun Agüero celebra uno de sus tres goles al Steaua de Bucarest en la previa de la Champions. / periodico

EL PERIÓDICO / BUCAREST

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En un extraño partido, el Manchester City de Pep Guardiola se ganó el billete para la Liga de Campeones. Extraño no porque lo resolviera con suma comodidad -ni se había llegado a la hora de partido y ya ganaba 0-3 en el campo del Steaua de Bucarest- sino porque esa maldición que tuvo el Barcelona con los penaltis se revivió 30 años más tarde. Un partido que le sirvió al City para golear (0-5) al inocente rival rumano con un triple del Kun Agüero. Partido extraño para él. Tres goles y dos penaltis fallados. 

El Barça de Venables perdió la final de la Copa de Europa en Sevilla (mayo de 1986) porque fue incapaz de marcar ni un solo penalti al Steaua de Bucarets. El City del exblaugrana Pep Guardiola también tuvo una sensación similar al ver como el Kun Agüero erraba dos penaltis en apenas 21 minutos de partido. El primero fue detenido por Nita (m. 8), el portero del equipo rumano; el segundo lo envió el delantero argentino al cielo de Bucarest (m. 21).

HART, SUPLENTE

Extraño resultó ese inicio de partido con errores defensivos del City que dieron energía y entusiasmo al inocente Steaua. Tan inocente que cometió dos penaltis tan ingenuos como innecesarios. Pero el equipo de Guardiola, que volvió a dejar a Hart, el meta titular de la selección inglesa en el banquillo apostando de nuevo por el argentino Caballero, se redimió con la velocidad y chispa que genera Sterling, el ingenio de Silva (0-1, m. 13), el ansía de revancha del Kun (precioso gol el suyo en el 0-2, m. 41) y la astucia de Nolito (0-3, m. 49, bordeando una posición antirreglamentaria, un preciso derechazo en el 0-4, m. 78 y un contragolpe para liquidar el partido con el 0-5, m. 89).

El City tiene resuelto el futuro en Europa, teniendo prácticamente asegurado el pase a la aristocracia, mientras Guardiola sigue con sus pruebas. A la espera de Bravo, el portero del Barcelona, ha dejado claro que Hart no le sirve de nada, aprovechando, eso sí, la polivalencia de Kolarov (el sábado fue central zurdo ante el Sunderland y en Europa ejerció su rol de lateral izquierdo), mientras Touré ni aparece por el banquillo.

Si hubiera estado más lúcido en el remate, el City se habría marchado de Bucarest con una goleada escandalosa, digna de otros tiempos.