Cristiano fulmina al Girona con cuatro goles (6-3)

Nada se le resiste a Cristiano Ronaldo, un jugador que vuelve a lo más alto tras su meteórica racha ante el gol y que encara el tramo final de la temporada con su versión más depredadora. Con los cuatro que le metió al Girona ya suma 21 en los últimos 11 encuentros. Él solito dio buena cuenta de un equipo valiente, que no le perdió la cara al choque hasta que se le vino encima la tormenta portuguesa.

El triunfo del Madrid deja buenas noticias. Se queda a cuatro puntos del Atlético y recupera a  Benzema, que salió ovacionado del Bernabéu después de mucho tiempo. Asistencias, desmarques y asociaciones con sus compañeros dejaron la mejor versión del delantero francés.

En la primera visita al Bernabéu en sus 87 años de historia, el Girona no se dejó impresionar por el efecto que suponía verse en un campo como el Bernabéu. Tampoco se achicó ante un rival que tenía cuentas pendientes con el conjunto catalán tras el 2-1 de Montilivi de la primera vuelta. Ni siquiera cuando le caía una lluvia de goles bajó los brazos. Lejos de eso, el equipo de Pablo Machín exigió al máximo. No se fue del partido tras el tanto de Cristiano Ronaldo antes del primer cuarto de hora y respondió con su habitual repertorio de recursos, con su juego por bandas y su velocidad en los contragolpes.

Buena puesta en escena del Madrid

Salió fuerte el Madrid, como si el choque se tratara de un ensayo para el choque de Champions ante la Juventus. Quería demostrar el equipo de Zidane que puede tener un mínimo de regularidad en una Liga que se fue al limbo hace mucho. Después de vencer al Getafe y al Eibar, aparecía el Girona como un examen para un equipo que cuando entra en modo Liga es capaz de pegar un petardazo y quedarse tan ancho o rescatar parte de su versión coral que suele dejar ver en la competición europea.

Ante el Girona apareció con la rabia del que quiere resolver un asunto pendiente, lo que se veía favorecido por las dos semanas que quedan para encarar la ida de cuartos de Champions. Su buena puesta en escena dio resultado en una acción que se inició en un saque de esquina de Kroos para Marcelo, que devolvió el balón al alemán. Su centro lo remató Cristiano Ronaldo con la izquierda para abrir el marcador y estrenar su casillero particular ante el Girona, al que aún no le había marcado (m. 11).

Decimocuarto gol a balón parado

Lejos de dejar caer la pizarra o la moral, el Girona siguió a lo suyo, como si en su libro de ruta se contemplara la posibilidad de encajar gol ante un rival con la descomunal pegada del Madrid. Siguió a lo suyo con un juego de diseño y absolutamente memorizado. Portu pudo empatar el choque en un mano a mano con Keylor Navas, pero fue Stuani el que lograra la igualada con un tremendo cabezazo tras una falta lanzada por Granell (m. 29). Era el decimocuarto gol del equipo de Machín a balón parado.

El tanto desató las dudas en el Madrid, mientras que el Girona parecía encontrar su velocidad de crucero, pero todo cambió cuando Benzema entró en acción para asistir a Cristiano que marcó con la izquierda (m. 48). De nuevo el Madrid encontraba su rumbo con un tanto al inicio de la segunda mitad y Benzema expresaba en el campo lo que Zidane ha publicitado siempre del delantero. Volvió a demostrarlo en otra combinación con Cristiano que cedió a Lucas para que hiciera el tercero.

Con el Madrid desbocado y con Cristiano desencadenado, el Girona vio cómo le llegaba el cuarto en una acción de Asensio para Benzema. El remate del francés lo rechazó Bono , pero Cristiano estaba allí para marcar su tercer gol (m. 64). En pleno correcalles, Stuani volvió a sacar su cabeza para acortar distancias (m. 67). Aún quedaba más traca en una noche loca a la que se sumó Bale para hacer el quinto, con la derecha (m. 86). Luego Juanpe volvía a sacar los colores a la defensa del Madrid con otro tanto, también de cabeza antes de que el jugador de la noche cerrara la goleada con el sexto de su equipo, el cuarto suyo. Ese jugador es Cristiano Ronaldo, que en lo que va de año suma 21 goles en 13 partidos.

Así lo ha narrado Xavi Chica.