El Madrid empata y se deja el liderato ante el Las Palmas

El equipo de Zidane, que jugó con 10 casi toda la segunda parte por la expulsión de Bale, salva un punto con dos goles de Cristiano en los últimos minutos

El árbitro expulsa a Bale tras su agresión a Jonathan Viera.

El árbitro expulsa a Bale tras su agresión a Jonathan Viera. / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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El liderato voló en el Bernabéu en favor del Barcelona en un encuentro trepidante, en el que el Madrid volvió a tocar fondo tras una pésima entrega. Lo aprovechó el Las Palmas, un equipo que nunca había ganado en el feudo blanco y que dio una lección de juego hasta poner el marcador en un claro 1-3, propiciado también por expulsión de Bale al inicio de la segunda mitad. El arreón final del equipo blanco hizo que el agujero fuera menor con los dos goles de Ronaldo que equilibraron un encuentro caótico por el lado del equipo de Zidane, que volvió a dejar muestras de sus graves carencias.

El regreso a casa después de dos salidas tan complicadas como las de Valencia Villarreal resultó un tremendo fiasco. El Madrid volvió a dejar un rastro de tierra quemada. Por encima de mostrar las habituales dudas en su juego, el equipo de Zidane se rompió en mil pedazos y acabó triturado por su rival y desquiciado por la roja a Bale, que dejó a su equipo con 10 al autoexpulsarse a los dos minutos de la segunda mitad tras golpear a Jonathan Viera después de ver una amarilla. Solo el toque de corneta despertó al equipo blanco, que alcanzó el empate en cuatro minutos con dos tantos de Ronaldo, desaparecido hasta entonces y señalado por el público.

Al encuentro no le faltó de nada. Para no rebajar el nivel de polémica tras el choque ante el Villarreal, Isco marcó en fuera de juego al recibir un buen pase de Kovacic. Bale vio primero una amarilla por darle una patada a Viera e inmediatamente la roja por empujóar al mismo jugador. Ramos devolvió el penalti de Bruno con otra pena máxima por unas manos en al área y también se anuló un gol legal a Morata por un inexistente fuera de juego de Ronaldo.    

SIN FÚTBOL NI CONSISTENCIA

No estuvo a la altura el Madrid de lo que se ventilaba, nada menos que recuperar el liderato que le había arrebatado el Barça tras la goleada al Sporting. No hubo destellos de fútbol ni encontró la consistencia con el tempranero gol de Isco a los ocho minutos, en fuera de juego. El jugador malagueño, que se considera segundo plato, fue titular, también Morata, que se ve como el postre y no demostró ser más que el jugador que sale del banquillo para revolucionar el partido. Mientras, Kovacic dejaba en el banquillo a Modric, con lo que el Madrid completaba un menú que se le fue atragantando hasta no poder dar un solo bocado.

Sin noticias de Cristiano, que se ganó a pulso los pitos del público, con un agujero tremendo en el centro del campo, donde la ausencia de Modric provocó un gran vacío en esa zona de creación, el equipo blanco no fue el de la remontada ante el Villarreal. Lejos de jugar por dentro, ante el Las Palmas lo hizo de forma directa con balones colgados como principal argumento.

El gol de Isco parecía pintar el encuentro de blanco, pero fue un espejismo porque dos minutos después Tana dejó sentado a Ramos para marcar de fuerte disparo con la derecha. El tanto del empate dio paso al inicio del recital del equipo de Quique Setién. Controló el juego con una gran naturalidad, gracias a Jonathan Viera y a un excelente Jesé, que dejó excelentes acciones en su regreso a la que fue su casa. Solo le faltó el gol que buscó de manera desesperada y que no finalmente no llegó.

OCASIONES CANARIAS

Y no fue por falta de ocasiones, ya que el equipo canario las tuvo de todos los colores. Sin embargo, tuvo que esperar a la segunda parte para romper el partido. Seis minutos después de que Bale enfilara el camino de los vestuarios, Ramos rechazó un balón con la mano dentro del área. Viera marcó el 1-2 y el Bernabéu comenzó a temblar. Más aún cuando Boateng recibió un pase de Jesé y dejó atrás a Keylor Navas para marcar el tercero (m. 59).

En medio del desastre y preso de la desesperación, el Madrid se fue arriba con todo. La fortuna le sonrió porque Ronaldo emergió de la nada para acortar distancias gracias a un penalti por manos de Castellano en un centro del jugasdor portugués. Cuatro minutos después, el propio Cristiano cabeceó un saque de esquina para llevar al partido a esa fase marcada por la épica en la que suele aparecer Ramos. No lo hizo esta vez el central, aunque finalmente el Madrid pudo respirar después de verse en lo más profundo del pozo con la renta canaria y con uno menos. El equipo blanco se ha dejado cinco puntos de los últimos nueve disputados, un mal síntoma que ha derivado en la pérdida de un liderato del que ha disfrutado durante 16 jornadas. 

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