LONDRES 2012

Dueñas del ring

El Boxeo femenino ha debutado como especialidad olímpica en Londres. Las mujeres están presentes ahora en todos los deportes

Claressa Shields de EEUU golpea a  Anna Laurell de Suecia durante un combate del peso medio .

Claressa Shields de EEUU golpea a Anna Laurell de Suecia durante un combate del peso medio .

BEGOÑA
ARCE

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Katie Taylor tiene en sus puños la esperanza del oro para Irlanda. La deportista femenina más famosa en la tierra de San Patricio, estará hoy en semifinales de boxeo de peso ligero y es la favorita en las apuestas. Taylor posee técnica y pegada. La crítica dice de ella, a modo de cumplido, que«lucha como un hombre». Hija de un antiguo boxeador aficionado, que es ahora su manager, esta morena de voz suave, que también juega en el equipo nacional de fútbol gaélico, se puso los guantes a los doce años y a los veintiséis aún no se los ha quitado.

Después de esperar mucho tiempo, para poder participar en unas Olimpiadas, la cuatro veces campeona del mundo, aspira esta semana al máximo trofeo. Taylor quiere sacarse la espina del frustrado viaje a Pekín, cuando ni ella, ni sus rivales, lograron que el comité olímpico les permitiera subir al ring. Esa discriminación ha quedado eliminada ahora, aunque no sin controversia.

En los Juegos de Londres, por primera vez, no hay deportes vetados a las mujeres. El boxeo femenino ha sido aceptado al fin, como una disciplina más, como lo fue en su día la lucha o el judo. Las pioneras son 34 boxeadoras, de países tan diferentes, como China, Venezuela, Marruecos, Australia, Corea del Norte, o Rusia. Las cinco españolas que querían participar no lograron clasificarse.

Localidades agotadas

La acogida, en el pabellón del Excel Arena 2 a las chicas de los puños de oro ha sido entusiasta y calurosa. Las localidades para todos los combates están agotadas. El domingo tuvo lugar el debut histórico, con la rusa Elena Savelyeva , que venció a la norcoreana Kim Hye Soon. Ese día también peleó Mary Kom de 29 años, cinco veces campeona del mundo y representante de la India. Su combate victorioso coincidió, para la madre boxeadora, con el cumpleaños de sus hijos gemelos.

Fue sin embargo el lunes cuando la pasión se desbordó por primera vez. Taylor, la irlandesa, se enfrentaba a la inglesa Natasha Jonas, llegada de Liverpool. En las gradas, repletas con 10.000 espectadores, había tantas banderas de la Union Jack, como tricolores de Irlanda. Entre cantos corales y mientras circulaban los vasos de plástico llenos de cerveza, los ganchos de Taylor y los directos, algo menos eficaces, de Jonas, fueron celebrados con un pataleo y un griterío ensordecedores. La irlandesa se impuso, por 26-15, pero como en el resto de los combates femeninos, no corrió una gota de sangre.

De momento, las boxeadoras olímpicas sólo compiten en tres categorías de peso (mosca 48-51 kilos, ligero, 57-60 y medio 69-75), frente a las 10 categorías existentes para los hombres. De ahí que en general su aspecto, cuya feminidad puede haber sorprendido a muchos, se aparte del de las grandes moles musculosas de los pesos pesados. Ellas suelen ser menudas y fibrosas.Los combates tampoco tienen nada que ver con los habituales clichés y fantasías sexuales que rodean las peleas entre mujeres. Lo que hay en el Excel es deporte y un ambiente predominantemente familiar.

«Esto es sólo el principio. La meta es llegar a una total igualdad en el boxeo olímpico», ha declarado Wu Ching-kuo, el presidente de la Asociación Internacional de Boxeo Aficionado (AIBA), que espera ampliar el número de categorías y participantes femeninas presentes en Rio. Pero la presencia de mujeres en el cuadrilátero sigue estando llena de prejuicios.

En el propio Reino Unido el boxeo femenino estuvo prohibido hasta 1998, con el pretexto de que el síndrome premestrual hace a las deportistas más inestables que a los hombres. La organización de médicos británicos (British Medical Association) no establece distinciones entre ellos y ellas. Para neurólogos y cirujanos, el boxeo daña la salud de quien lo practica y, simplemente, debería estar prohibido.