Casillas, pasto de los dragones en Oporto

El exportero del Madrid vive sus peores días en Portugal y siente amenazada su titularidad con España en la Eurocopa

Iker Casillas, en el fatídico partido en Guimaraes del domingo pasado.

Iker Casillas, en el fatídico partido en Guimaraes del domingo pasado. / periodico

ANTONIO MERINO / MADRID

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Partido Vitória de Guimaraes-Oporto, minuto 4. Casillas no mide bien en una salida y no consigue atajar el balón. Baraky Bouba se aprovecha y marca el que sería el gol del triunfo de su equipo.  Iker mira al infinito, quiere que le trague la tierra y acaba pidiendo un perdón que no le libra de los iras de los 'dragones', los seguidores del equipo, de la prensa y de medio país. Con la Eurocopa en el horizonte, el exportero del Real Madrid ha vuelto a verse metido en medio del debate sobre quién debería ser el meta titular.

En el Vitória Sport Clube, feudo del Guimaraes, no estaba Sergio Ramos para salvarle, tal como sucedió en la final de Champions del 2014 ante el Atlético en Lisboa cuando el central marcó aquel cabezazo agónico y tapó el error de Casillas en el gol de Godíno. Tras el encuentro, Iker no dudó en referirse a lo que hubiera sucedido si se hubiera perdido el título por su fallo. “El gol de Ramos me evitó muchas críticas. Estoy seguro que cambiaron muchos titulares en el último minuto”, afirmó el entonces portero del Madrid.

CRÍTICAS DEL NUEVO TÉCNICO

No ha sucedido lo mismo en el partido del pasado domingo. Iker esperó una reacción de su equipo que no llegó en los 86 minutos siguientes al gol que encajó. Las redes sociales echaban humo. Todos los diarios reflejaban la pifia del meta de Móstoles. Nadie salió en su defensa. No pudo hacerlo Lopetegi porque su lugar en el banquillo lo ocupaba Rui Barros.

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Peor fue conocer que el nuevo entrenador era un viejo conocido de Casillas. José Peseiro, el que fuera ayudante de Carlos Queiroz en el Madrid en la temporada 2003-2004, abandonó a toda velocidad el Al Ahli egipcio cuando le llegó la oferta del Oporto.  Otro capítulo dentro de la pesadilla que está viviendo Casillas.

El técnico portugués se despachó a gusto en el diario ‘A Bola’ contra Iker . “Veremos por cuánto tiempo continúa siendo titular en la portería del Madrid. No se  puede cambiar de portero todas las semanas, pero ningún entrenador consigue sostener a un guardameta que esté constantemente teniendo errores. El fin de Casillas está cerca”, afirmó Peseiro en octubre del 2014. Con ese entrenador y con toda la afición en contra deberá lidiar Casillas, algo que se antoja difícil. Al menos su compañero Helton le echó un capote al realizar una ‘cantada’ que le costó al equipo caer en la Copa.

APOYO DE SU PRESIDENTE

Lejos queda ya el apoyo de Lopetegi, el técnico que tanto tuvo que ver en la llegada del meta al club portugués y tras cuya salida ha sufrido las críticas de Pinto Da Costa, presidente del Oporto. “Lopetegi dejaba el Ferrari en el garaje. No se integró en nuestro fútbol” afirmó el dirigente que preside el club de los ‘dragones’ desde 1982. En unos momentos en los que Iker necesita todo el apoyo posible, su presidente tuvo palabras de ánimo para el meta. “Continúa siendo el portero de la selección española y fue campeón del Mundo y  de Europa”, afirmó Da Costa. No dudó Casillas en agradecer el apoyo del dirigente. “Gracias por tus  palabras, presidente. Es un orgullo pertenecer a este club”, escribió el meta en las redes sociales. 

LA AMENAZA DE DE GEA

No se sabe si esa confianza del presidente del Oporto tendrá su continuidad con vistas a la Eurocopa. Precisamente esos errores de Iker le sitúan en el ojo del huracán. La amenaza de De Gea es más firme que nunca. Pese a ello, Del Bosque le ha echado un capote a Casillas.  “Está en un equipo en el que normalmente le disparan muy poco y eso requiere más concentración. Iker está curado de espanto. Todos los porteros tienen errores. Cuando llegue la Eurocopa se hará lo que más convenga”, afirmó el seleccionador español.

En medio de todo esto, Iker dejó claro el momento por el que atravesó su equipo cuando perdió el liderato al principio de 2016, lo que provocó la salida de Lopetegi. Entonces, Casillas calificó la situación del equipo como “surrealista”. No esperaba vivir situaciones parecidas a las de su larga etapa en el Madrid.