Pape Diop: "¿Qué quiere el Barça? ¿Que nos dejemos y nos metan cinco?"

Su padre deseaba que fuese doctor, como él, pero Pape Diop (Kaolack, Senegal, 29 años) tenía claro desde niño que sería futbolista. Unos ojeadores franceses le abrieron el camino y pasó por el Rennes, el Tours, el Nàstic de Tarragona, el Racing de Santander y el Levante antes de recalar en el Espanyol. El 1 de septiembre fue presentado como el octavo y último refuerzo tras varios días de incertidumbre con su mujer y Zeynab, su niña de 4 años, en un hotel de Barcelona. El sábado fue uno de los héroes de su equipo en el derbi. No paró ni un segundo. 

–¿Cómo está el vestuario después de empatar con el Barça? Estamos muy orgullosos del trabajo colectivo. Incluso pudimos ganar en la última jugada. Es un partido que nos da mucho aire, la afición está feliz y no queremos parar.

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–¿Se vivió tanta intensidad en el césped como se vio desde fuera? Sí. Yo viví los derbis entre el Levante y el Valencia, había un poquito de pique antes del partido pero luego no había esa tensión. Se nota que aquí es especial y se vio en todas las acciones, ningún equipo dio un balón por perdido. Fuimos a muerte, es verdad, pero el fútbol es eso. A mí me encantan estos partidos. No me da miedo nada. Son encuentros que se echan en falta cuando dejas el fútbol.

–El entorno culé dice que fueron demasiado violentos. A usted también se le acusa de ir al límite... Es fútbol. No entiendo como un equipo como el Barça o el Madrid puede quejarse de que el adversario ha sido intenso. A ver, son los mejores del mundo. ¿Qué quieren? ¿Que les dejemos jugar? ¿Que nos dejemos y nos metan cinco en casa? Si no ponemos intensidad, ellos juegan de memoria, vienen a nuestro campo y nos humillan. Yo eso no lo voy a permitir. La gente que dice esas cosas no piensa. Lo puede comentar un aficionado con mal perder, pero jamás un jugador o gente del fútbol. Si hay patadas feas existe un árbitro para expulsar a quien crea. Si no pasó eso es porque nunca hubo esas acciones.

–¿Temen que estas críticas condicionen al árbitro este miércoles? Me da igual. Que digan lo que quieran. Nosotros intentaremos jugar igual. O con más intensidad. No vamos a perder eso. Si un jugador hace una falta peligrosa todos somos mayores y lo sabes. Pides perdón, te sancionan o no y sigues jugando. Yo no quiero hacer daño a Messi o a Neymar para que se pierdan muchos meses. Nadie intenta hacer daño a otro futbolista. Solo queremos jugar. Cuando el Barça se enfrenta, por ejemplo, al Atlético pone la misma intensidad que ellos. Entonces no entiendo de que se quejan ahora. 

–¿Se quejaron mucho las estrellas del Barça el sábado? ¿Les recriminaron alguna patada o acción? No. Messi no se quejó mucho en el derbi. La verdad. Iniesta y los demás tampoco. Por eso no entiendo todas estas quejas que aparecen después del partido. Nosotros ponemos la intensidad que hace falta y punto.

–También se dice que contra el Madrid no pusieron el mismo coraje. Otra tontería. Son partidos diferentes. Yo, por ejemplo, acababa de llegar. No había jugado. Había un entrenador diferente, otro sistema... Ojalá nos hubiera tocado jugar ante el Madrid en casa en dos semanas. Aquel día también nos marcaron pronto. No se pueden comparar partidos.

–¿Cómo ve la eliminatoria de Copa? Es más complicado que en la Liga. Ellos están más acostumbrados a jugar cada tres días. Pero también era difícil el sábado. Iremos al Camp Nou con la misma idea, a luchar igual o más. Ellos también saldrán más picados, pero no pasa nada. Es fútbol.

–¿Escuchó usted los supuestos gritos racistas contra Neymar y Alves? Yo no escuché nada, sinceramente. Es un tema que me llega mucho. En el fútbol hay racismo, pero hay gente que es más ignorante que racista. Es absurdo. Si, por ejemplo, alguien insultara a un rival en Cornellà metiéndose con su raza también me haría daño a mí porque yo soy negro. O a Caicedo, o  Mamadou o quien sea.  

–Con el Levante vivió un episodio racista muy desagradable con hinchas del Atlético en su propio campo. Sí, fue lamentable. En mi propio estadio, con mi hija allí. ¿Cómo le explico a mi niña que hay un grupo de gente en mi casa que le hace a su padre gritos de mono? Nunca me había calentado como aquel día. Me defendí y los jugadores del Atlético creían que me estaba burlando. Después me pidieron disculpas. En Francia también me pasó con 18 años, en Córcega. Allí es frecuente. Me dijeron de todo y un niño me tiró un plátano. Tenía al padre al lado y no le decía nada. Es muy triste, muy feo. 

–¿Qué ha aportado Galca? Estamos muy bien con él. Jugamos mejor. Le gusta tener el balón, insiste mucho en eso, estamos trabajando en ello. Ojalá podamos coger bien esa idea. Me gusta, es crítico, siempre quiere mejorar y corregir cosas. Su discurso de la rueda de prensa lo repite en el vestuario. Es ambicioso.

–Se le ve ahora muy asentado en el equipo. ¿Lo pasó mal con la incertidumbre vivida en el verano? Sí, lo pasé un poquito mal porque pasaron cosas que no se entendían mucho. El presi me dio confianza y sabía que se arreglaría. Pero tenían que salir jugadores y otras circunstancias. Al final me pidieron 48 horas y se arregló todo. Estoy muy feliz de estar aquí, tuve ofertas de España y de Europa pero preferí esperar. Quería jugar aquí y aquí estoy.