El Barça se coloca líder a base de sufrimiento

El Barça logró su objetivo de colocarse líder en la fase de grupos de la Euroliga, pero para ello tuvo que sudar a base de bien ante el Lokomotiv Kuban de Krasnodar (Rusia), que llegaba al Palau Blaugrana invicto y que mostró las armas que avalaban esa condición. Ante Tomic, con una actuación antológica, desencalló un partido que se le había puesto muy cuesta arriba al conjunto de Xavi Pascual y se consagró como el particular MVP del encuentro con 16 puntos, 3 rebotes y, sobre todo, 7 asistencias que abrieron el camino al aro rival. De no ser por el pívot croata, el Barça probablemente no se había situado con un balance de 4-1 en su trayectoria europea ni habría sumado su 250ª victoria en la Euroliga (un hito solo superado por el CSKA de Moscú), el día en que Navarro salió de titular por 200ª ocasión, en otro mal día del escolta de Sant Feliu.

FINAL APRETADO

El Barça pasó de lo correcto en la primera parte (37-31 con una gran jugada final de Pau Ribas coast to coast), al desastre del tercer cuarto (11-18 de parcial) y a la furibunda reacción en los últimos ocho minutos, en los que pasó de perder de 9 puntos al 72-68 final con un parcial de 24-11. Nada que decir de esa última fase, pero sí mucho, y malo, de la intermedia, en la que el Barça sufrió mucho, sobre todo debido a los numerosos balones perdidos, a la falta de intensidad defensiva y, también, su desconexión a la hora de atacar. Pero la aparición providencial de los tiradores ayudaron a Tomic en la fase decisiva, con triples de Oleson (2) y Abrines (1 y otro tiro de dos pisando la línea) que condujeron a un final de infarto, ya que el equipo ruso, amparado en el binomio Malcolm Delaney (18 puntos y 4 asistencias)-Dontaye Draper (20 puntos), no se rindió y llevó el partido hasta el último suspiro. Con 70-68 y balón en poder del Lokomotiv, a falta de 5 segundos, Draper entregó el fuera de banda a un pillo Satoransky, que sentenció con dos tiros libres y situó al Barça líder también en Europa.