Tribuna Ateneu BarceloNÈS

Prat acusa a Millet de segar la vida musical de Barcelona

Josep Maria Prat y Ferran Mascarell, vicepresidente del Ateneu, ayer.

Josep Maria Prat y Ferran Mascarell, vicepresidente del Ateneu, ayer.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / Barcelona

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Josep Maria Prat, director del ciclo Ibercamera, defendió ayer durante su intervención en el Tribuna Ateneu la importancia del «carácter privado, civil y filarmónico» de la música en Barcelona. El gestor cultural destacó el papel que tuvo en la historia musical de la ciudad la creación del Orfeó Català y la construcción del Palau de la Música, pero denunció que la gestión de Félix Millet cortó de raíz, con su actuación delictiva y su afán monopolizador, el renacer en el panorama musical con la llegada de la democracia en 1977.

Prat señaló que el caso Millet ha distorsionado «la esencia de la vida musical en Barcelona» y reivindicó la necesidad de devolver el protagonismo al Orfeó y de que el Palau sea «un contenedor y animador de iniciativas». También advirtió del peligro de que la entidad caiga en manos los políticos y pierda el espíritu con el que nació. «Hay que apostar por una cultura vertebradora», dijo.

REPASO HISTÓRICO / Durante su repaso a la historia musical barcelonesa, Prat destacó el papel de la Associació de Música Da Camera y la Orquesta Pau Casals antes de la guerra civil. Después de referirse a las dificultades pasadas por el Orfeó y el Palau para mantener su actividad durante el franquismo, destacó la gestión privada de Pro Música, que organizó 480 conciertos entre 1958 y 1983. Prat rindió homenaje a Joan Anton Maragall: «No solo supo preservar el contenido del Palau, sino que apoyó la gestión privada».

Maragall había sido vicepresidente con Félix Millet Maristany y fue descabalgado de la presidencia, que ocupó entre 1968 y 1977, con «una campaña de desprestigio» orquestada por el encausado Félix Millet Tusell. «Traicionó al que había sido amigo de su padre», añadió Prat. «Millet abortó un renacimiento musical que se apoyaba en Victoria de los Ángeles, Alicia de Larrocha, Frederic Mompou y Xavier Montsalvatge», figuras del último momento en que «Barcelona fue referencial».

Prat dijo que el dirigente «intentó acabar con la iniciativa privada para quedarse con el monopolio de los conciertos», aunque no lo logró. También se refirió a los devastadores efectos del fraudulento desvío de fondos, que han afectado gravemente al Orfeó y a la reforma del Palau.

«La acústica ha perdido la calidad que tenía la original antes de las obras y eso hay que arreglarlo». Los problemas surgieron, según Prat, con el cambio del parqué en la platea y las reformas en el escenario, que eliminaron la caja de resonancia. Citó a músicos como Pollini, Pires y Gergiev que se resisten a actuar en la sala. Y relató la reacción de Brendel, tras la actuación de su despedida: «Deberían meter en la cárcel al responsable de este desastre». Palabras premonitorias.