PRESENTACIÓN

Maria Rovira se pone flamenca en el Romea

La coreógrafa dirige en 'Paso distinto' a bailaoras de Granada y estrena 'Somorrostro', un tributo a la Barcelona calé de los años 50

Un momento del espectáculo 'Paso distinto', que se representa en el Romea hasta el 29 de agosto.

Un momento del espectáculo 'Paso distinto', que se representa en el Romea hasta el 29 de agosto.

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

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Sin perder de vista la esencia contemporánea de su trayectoria, la coreógrafa catalana Maria Rovira le ha echado el ojo en sus dos últimos trabajos,Paso distinto y Somorrostro,al zapateado, los faralaes y las castañuelas. Con ellos –y la recuperación deNo man's land– celebra los 25 años de su compañía, Trànsit Dansa, y regresa, un verano más, al Teatre Romea, esta vez con doble programación y en el marco del festival Dansalona.

Hasta el 29 de agosto se representaráPaso distinto, obra en la que ocho bailaoras de Granada se suman al elenco de la compañía, residente en Mataró, seguida deNo man's land.Esta pieza, estrenada en 1996 en Nueva York, supuso el salto internacional de Rovira y en ella, al contrario de la anterior, se impone la danza contemporánea a ritmo de cante y castañuelas. «Han pasado muchos años peroNo man's landno ha quedado nada antigua; la tengo mucho aprecio y por eso la he querido recuperar», justifica la directora. En ella, expresa «las sensaciones que se tienen cuando inicias un largo viaje; ese estar en tierra de nadie, como dice el título».

CLAVELES EN DANZA // EnPaso distinto, la coreógrafa descubrió las muchas posibilidades plásticas de la bata de cola y trasladó su uso al lenguaje contemporáneo. Con ella juguetean las bailarinas –«a veces parecen claveles»– en una fusión de estilos y músicas que ha resultado «muy difícil de encajar», constata Rovira. «A las artistas de flamenco les resultó muy raro y complejo encajar el zapateado con la música de Martin Matalon [que firma las composiciones junto con los habituales Joan Albert Amargós y Salvador Niebla]. Ha quedado un espectáculo muy divertido y fresco», sostiene la coreógrafa, que ha asumido por primera vez la dirección de un cuadro flamenco.

Del 31 de agosto a 12 de septiembre el Romea acogerá el estreno deSomorrostro,un viaje «de mapa y de sentimientos» a la Barceloneta gitana de los años 50. Al olvidado barrio que da título al espectáculo, donde nació y bailó Carmen Amaya, y que fue, en palabras de Rovira, «borrado» de la ciudad. Imágenes en vídeo y fotografías de la época ambientarán los pasos de los nueve integrantes de Trànsit Dansa en escena. «Es una pieza muy contemporánea con fusión de flamenco; los bailarines han tenido que aprenderlo», cuenta Rovira, que «con mucho respeto» se ha acercado al arte calé para rendir tributo «a una identidad escondida entre el gran tejido barcelonés».