Peter Sagan, expulsado del Tour de Francia

Al jurado internacional de la ronda francesa no le tembló la mano. "Peter Sagan, expulsado del Tour". Así de simple, así de claro, así de rotundo, así se expresó ante los medios informativos desplazados a la 'grande boucle' Philippe Marien, el presidente belga de los comisarios de la prueba, que no dudaron en considerar una clarísima agresión el codazo que Peter Sagan propinó a Mark Cavendish, que acabó derribado y con una fractura de hombro cuando apenas quedaban 100 metros para finalizar la cuarta etapa de la prueba.

El Tour se empleó a codazos y Sagan dañó de forma considerable su imagen de 'enfant terrible' pero a la vez de niño bueno, el que bromea, el que ironiza, el que cita con su nombre a buena parte de los periodistas que lo conocen, el que vende cocinas, duchas, zapatillas, bicicletas y lo que haga falta en los espots televisivos. Sin embargo, este martes se le fue la mano, o mejor dicho el codo, para realizar una acción, tan fea como bárbara y tan impresentable como antideportiva contra un rival pero a la vez compañero de pelotón como Cavendish, que cruzó la línea de llegada auxiliado por sus compañeros del conjunto sudafricano del Dimension Data  y abandonó la zona de meta en una ambulancia con un hombro fracturado. De rebote, además, el corredor alemán John Degenkolb, compañero de Alberto Contador en el Trek, también se fue al suelo, con un fortísimo golpe en la clavícula derecha. Quedó tendido sobre el asfalto, retorciéndose de dolor, mientras los médicos del Tour corrían a su auxilio cuando todavía algunos ciclistas rezagados no habían llegado.

Sagan, raudo y veloz, conocedor que se le había ido la mano, o mejor dicho el codo, se fue hacia el autobús del conjunto de Cavendish y pidió perdón. Le aceptaron las disculpas pero solo por diplomacia puesto que el Dimension Data se dirigió de inmediato al jurado del Tour exigiendo la exclusión, la tarjeta roja, a Sagan. El Tour se queda en apenas cuatro días de competición sin otro divo, tras el accidente de Alejandro Valverde ocurrido en la contrarreloj inicial.

Sin embargo, no podía ser de otra manera. Una sanción mínima en tiempo en la general y en puntos para la regularidad (lo segundo habría molestado más al campeón del mundo que lo primero) se habría considerado como una debilidad por parte de la UCI, para demostrar que sí cuenta la fama o el enchufe del corredor. Y al igual que el jurado internacional expulsó de la Vuelta hace dos años a Vincenzo Nibali, todo un vencedor de las tres grandes, por agarrarse de forma descarada al coche de su equipo, tampoco se arrugó en esta ocasión para excluir a Sagan del Tour. La tolerancia cero no va solo con el dopaje si no con el comportamiento y el juego limpio.

Quedaban menos de 100 metros y solo estaban unos pocos velocistas jugándose el triunfo puesto que el pelotón se había cortado por una caída masiva a 700 metros que afectó a una veintena de corredores, entre ellos el jersey amarillo, Geraint Thomas.

Todas las clasificaciones en la página oficial del Tour.

Cavendish se vio encerrado en las vallas. "Give me space!" (dame espacio) chillaba en inglés. Veía como inminente un encontronazo contra las protecciones de la llegada. Pero jamás imaginó, cuando localizó milagrosamente un espacio, que se encontraría con el codo de Sagan. Al suelo. Caída terrible mientras el jersey arcoíris cruzaba la meta en segunda posición, por detrás del campeón francés Arnaud Demare. La acción de Sagan dejó en un segundo plano el primer triunfo de un representante de Francia. Casi nadie estuvo pendiente de Demarre. Se buscaba a Sagan mientras las ambulancias se prepararan para evacuar a Cavendish y también a Degenkolb.

Solo se espera que este miércoles, en la subida a La Planche des Belles Filles, los codazos se sustituyan por la lucha a fuerza de pedales.