El veto de Barcelona en Comú a Marcé, un aviso a navegantes para el PSC

La alcaldesa Ada Colau y el socialista Jaume Collboni sostienen la propuesta de pacto entre BC y PSC en la presentación pública del acuerdo de gobierno, el pasado 13 de mayo.

La alcaldesa Ada Colau y el socialista Jaume Collboni sostienen la propuesta de pacto entre BC y PSC en la presentación pública del acuerdo de gobierno, el pasado 13 de mayo.

TONI SUST / BARCELONA

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Barcelona en Comú y el PSC están a punto de empezar a trabajar juntos. Y como sucede en una relación política, alguien tiene que mandar. No hay muchos gobiernos de coalición en los que no quede claro quién es el que manda y quién es el que obedece. Suele decidirlo la aritmética. Y esta semana ha sido muy ilustrativa al respecto de la relación BC-PSC.

Por lo bajo, no pocos socialistas daban por hecho que la alcaldesa, Ada Colau, no solo necesita los votos de sus cuatro concejales, que de hecho la dejan lejos de la mayoría absoluta. Consideraban que el pacto no le brindaba únicamente más manos para compartir trabajos, para sacarse de encima áreas de gobierno y distritos. Muchos socialistas pensaban que lo que Colau buscaba era la mano experta de quien ya ha dirigido la ciudad durante décadas.

Pero antes de que los nuevos socios estrenen oficina, uno de ellos ha decidido marcar perfil. Se ha quedado el despacho más espacioso e iluminado y ha despedido al primer candidato a empleado propuesto por su socio en ciernes. El que patrocinaba al fichaje, el que toma medidas del despacho que le ha tocado, el pequeño, ha optado por no protestar.

PUERTAS GIRATORIAS

Para nadie es un secreto que Barcelona en Comú casi triplica en concejales al PSC, 11 contra 4, pero sea cual sea la correlación de fuerzas, el no nombramiento de Xavier Marcé como comisionado de Cultura ha sido visto como un aviso a navegantes. Marcé, según se encargaron de difundir varias fuentes el pasado viernes 13 de mayo, el día que Colau y Jaume Collboni presentaron su preacuerdo, era el hombre elegido como responsable ejecutivo dentro del equipo del socialista.

Tres días le duró el cargo que no llegó a asumir, lo que ha evitado tener que destituirlo. Barcelona en Comú expuso su oposición al nombramiento. Fuentes del partido lo argumentan señalando el de Marcé como un caso clásico de lo que se conoce como las puertas giratorias: el de quien, circunscrito a un ámbito laboral concreto, pasa de la Administración a la privada y viceversa. Así ven en BC la figura de Marcé, cuya trayectoria ha tenido un largo recorrido en el sector cultural.

Marcé ha sido director de Cultura del Ayuntamiento de L'Hospitalet, director de Recursos y de Acción Cultural del Institut de Cultura de Barcelona, director general del Institut Català de les Empreses Culturals (2004-2007), de la Generalitat. Es presidente de Adetca, la patronal de las empresas teatrales catalanas y vicepresidente de la empresa Focus, el principal operador privado en el sector de las artes escénicas, en la que ya trabajó como director general de estrategia desde el 2001 al 2003.

COMUNICADO

El PSC ha optado por no protestar. Emitió un comunicado sobre el no nombramiento en el que no mencionaba a Marcé y en el que precisaba que las designaciones que se deriven del pacto con BC se determinarían una vez que los dos partidos hayan ratificado el preacuerdo, lo que se conocerá el viernes, cuando se den a conocer los resultados de las votaciones internas de los dos socios. El comunicado advertía de que “la dirección política de los ámbitos de Cultura e Innovación dependerán directamente de su titular, Jaume Collboni”.

MENSAJE A LOS VOTANTES DE BC

El veto a Marcé responde al argumento ya citado de las puertas giratorias pero también es un mensaje a las bases de Barcelona en Comú en la semana en la que tiene que votar si aceptan el pacto con Collboni. El mensaje es que el partido de Colau es quien llevará la voz cantante de la relación. Una muestra de que existirán límites.

Por la parte de los socialistas catalanes, el caso de Marcé puede resultar incómodo, pero el global de la operación se antoja lo suficientemente provechoso como para no armar el follón a la primera. Con cuatro concejales, un mínimo histórico del PSC, el partido vuelve al gobierno municipal. Collboni contará con una proyección pública significativa y tocará áreas relevantes, aunque el caso de Marcé indica que la última decisión en los grandes temas será de Barcelona en Comú.

Marcé declaró el lunes a este diario que no quería complicar el pacto y que renunciaba al cargo que no ha llegado a ocupar: “Le he pedido a Collboni que no haga de esto una guerra, aunque no termino de entender el rechazo de Barcelona en Comú hacia mí”. En Nueva York, Colau negó que el caso fuera una crisis. Pero sirve como aviso a navegantes.