La terminal de contenedores se amplía a los 20 meses de abrir

El puerto de Barcelona es, a pesar de los tiempos que corren, una infraestructura en expansión en todos sus ámbitos: urbano, comercial, logístico y de pasaje. Ello se produce con inversión pública y privada, y gracias en gran medida al empuje del comercio exterior, en especial las exportaciones y los intercambios con Asia, y por la eclosión turística de la capital catalana. El presidente Artur Mas así lo destacó ayer en medio de un gran ejemplo de este crecimiento: el multitudinario estreno oficial de las obras de ampliación de la terminal de contenedores BEST en el muelle Prat. Las nuevas instalaciones aumentarán a principios del 2015 en 500 metros de atraque los 1.000 que tiene ahora la planta, el 50% más, con una inversión de 150 millones. Esta terminal entró en servicio en septiembre del 2012 y tan solo un año y ocho meses después acomete ya su segunda fase.

La alta eficiencia y competitividad que ha alcanzado en poco tiempo la terminal semiautomática, según destacan sus responsables, y el pujante comercio marítimo entre el extremo oriente y la Europa mediterránea, han propiciado ese crecimiento acelerado de las instalaciones. La multinacional china Hutchison, líder mundial del sector y propietaria del centro, considera que Barcelona es un puerto clave en esos flujos de transporte por mar. Esta opción refuerza el planteamiento estratégico desarrollado en los últimos años por la propia infraestructura para convertirse en el principal centro de tráfico y de conexiones del creciente comercio asiático en el sur de Europa.

Mas insistió en la vocación exterior de la economía catalana en la que el puerto es una pieza clave pues «canaliza el 77%» de esas relaciones comerciales y por ello mismo lamentó que existan «corsés que limitan su eficiencia y progreso». Y concretó. Por una parte, la instalación (estatal) «necesita más autonomía, debe tener derecho a decidir para no perder empuje». Por otra, precisa «las infraestructuras pendientes» para la movilidad en aumento del tráfico de trenes y de los miles de camiones de la terminal y del resto del puerto.

Aludió a que el nuevo tramo de autovía hasta la Ronda Litoral en Cornellà que construirá el Ministerio de Fomento se licitó ya a principios de año. Y lo hizo sin más reproche, a pesar de que los meses van pasando sin que se resuelva el concurso. En cambio, los accesos ferroviarios, añadió, «no están encarrilados y hace un año que se firmó el convenio con la ministra». El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, abundó en la secular cuestión de esos accesos para proclamar una vez más que «deben llegar a tiempo». Sin embargo, lo que se vio ayer es que Hutchison se adelanta de nuevo, construye más instalaciones y las eternas conexiones definitivas siguen sin ni siquiera una primera piedra.

CINCO BARCOS / La inversión en el nuevo espacio que ganará BEST se añadirá a los 400 millones de la primera fase. Con esta ampliación la terminal podrá acoger hasta cinco barcos a la vez así como también los de mayores dimensiones que surcan hoy los océanos. El calado mínimo de 16,5 metros que tiene el muelle Prat permite que atraquen allí los portacontenedores más grandes.

Para dar una idea de la eficiencia de BEST, el director general Guillermo Belcastro explicó que se puede cargar o descargar un buque en solo 12 horas a un ritmo de entre 40 y 60 movimientos de grúa de muelle por hora (traslado de un contenedor). Unos registros excepcionales, según explicó, que muy pocas terminales logran en todo el planeta. Con esta ampliación, la terminal pasará a tener un total de 11 grandes grúas pórtico y 57 grúas automatizadas para almacenamiento de contenedores.

El puerto, por su parte, realiza también obras viarias y ferroviarias en la zona del muelle Prat en las que invierte 23 millones. Deben acabar en los últimos meses del 2014.