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La síndica cree que el traslado de las estatuas de la Rambla no fue madurado ni consensuado

Vilà afirma que el distrito de Ciutat Vella le dijo que "no piensa replantearse la decisión"

Estatua humana en la Rambla.

Estatua humana en la Rambla. / periodico

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La síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha afirmado que la decisión de trasladar las estatuas humanas de la Rambla al tramo de Santa Mònica no se tomó de forma madurada ni fue suficientemente valorada por los agentes del proceso participativo que intervienen en la transformación del paseo, ha informado este jueves en un comunicado.

 Además, cree que su concentración en un punto puede desvirtuar la filosofía con que se inició la actividad y que era que los visitantes las fuesen encontrando a lo largo del paseo, según la resolución que ha emitido tras estudiar una queja colectiva presentada por 20 de las 27 artistas que ejercen de estatua y en que mostraban su rechazo a la medida.

 En su escrito, del 24 de diciembre, los reclamantes ven la decisión municipal arbitraria y opinan que hay actividades autorizadas que obstaculizan más que ellos, como terrazas de bar y quioscos; además, creen que la nueva ubicación está poco transitada, incumple la separación reglamentada entre estatuas y hay demasiada distancia con el público.

Según ha explicado el Ayuntamiento a Vilà, la decisión, que se puso en marcha en junio del año pasado -un año después de una primera-, se tomó en el marco de las actuaciones del Pla Cor de mejora del paseo, con un órgano de participación, Rambla Viva, que prevé hacer de la Rambla un eje de referencia para los barceloneses.

 Para ella, queda claro que durante el proceso participativo no se detectaron problemas de movilidad derivados de la actuación de las estatuas humanas y sí de otros elementos instalados en el paseo, ante lo que concluye que "se ha producido un cambio radical de criterio sin que, a priori, haya habido una modificación de las circunstancias". Además, la síndica defiende que la decisión de trasladarlas al tramo de Santa Mònica, el más cercano a la estatua de Colón, "no ha sido fruto de la maduración y el consenso" en el órgano de participación del Pla Cor en que se enmarcan las estatuas, el cual prevé seguir con una nueva regulación para los pintores que se ubican en el paseo.

RESPUESTA MUNICIPAL

Según el Distrito de Ciutat Vella, artífice de los cambios, una parte de los artistas estaban de acuerdo con el nuevo emplazamiento, si bien la síndica recuerda que ha recibido una queja suscrita por 20 de los 27 artistas; sin embargo, el Distrito "no contempla replantearse la decisión" alegando que se tomó para favorecer la movilidad y recientemente le ha reiterado el carácter definitivo del cambio.

En su informe, la síndica también expone que exigir un tributo a las estatuas y el hecho de pedir más requisitos para obtener licencia coincide con un momento en que las condiciones para obtener beneficios son más desfavorables, y concluye que, si bien la decisión de trasladar las estatuas se ajusta a derecho, la motivación y comunicación a los afectados "no se ha ajustado a los parámetros de buena administración".