La oposición reclama a Colau que restituya de forma inmediata las terrazas de la Boqueria

La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de prohibir las terrazas sin licencia y reducir el número de mesas de las que la han obtenido en los porches del mercado de la Boqueria no ha gustado a los afectados -obvio-, ni tampoco a varios grupos políticos de la oposición. Este viernes, el portavoz de CiU en el consistorio, Joaquim Forn; el de C's, Paco Sierra, y la del PPC, Àngels Esteller, han mostrado públicamente el apoyo de sus formaciones a los restauradores.

Desde la Boqueria han reclamado a la alcaldesa, Ada Colau, y también al teniente de alcalde de Promoción Económica, Jaume Collboni, que den marcha atrás y permitan que los restaurantes sitúen el mismo número de mesas que venían colocando hasta ahora. "Estamos de acuerdo en una regulación, pero las cosas se tienen que hacer bien hechas y no de un día para el otro sin la complicidad de los restauradores", ha criticado Forn. 

Por su parte, Sierra y Esteller han reclamado un pleno extraordinario para tratar el tema de las terrazas.

CUESTIÓN DE SEGURIDAD

La concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, ha explicado en reiteradas ocasiones que el motivo de la reducción de mesas es de seguridad. "Los bomberos nos habían advertido de que la situación era insostenible y que dificultaba la evacuación del mercado", asegura la edila, quien insiste en que, legalmente no se han reducido. "Hemos pasado de tres locales con licencia, a siete. Tienen permiso cuatro más de las que lo tenían antes. El problema es que antes tenían las terrazas, no las licencias", subraya la concejala.

La historia se remonta al mandato anterior, cuando bajo la batuta de la concejala nacionalista Mercè Homs se acordó enfilar una transformación del perímetro del concurrido mercado con la implicación de la iniciativa privada. Los viejos locales que ejercían de almacén se convirtieron en espacios gastronómicos. Sus operadores se comprometían a asumir parte de los arreglos de las fachadas a cambio de obtener una licencia de terraza. Pero este acuerdo fue verbal.

LA NEGOCIACIÓN

Con la llegada del equipo de Colau se vio que las terrazas de los porches operaban sin licencia y se empezó a multar. Tras las quejas de los establecimientos, y a la espera de elaborar la ordenación singular definitiva, algo que se hará tras el verano, Pin se comprometió a ofrecer licencias provisionales a los locales que cumplieran la normativa. Tras las inspecciones técnicas, solo cuatro locales han obtenido esta licencia provisional (que se suman a las tres únicas que operaban con licencia antes de la polémica).

Los restauradores afectados aseguran que sin terraza -o con solo una o dos mesas, como permiten las cuatro licencias provisionales- sus negocios no pueden mantenerse y que su cierre supondría la pérdida de 50 puestos de trabajo.