La mejor chef del mundo

PAU ARENÓS

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Toni Balam,dueño y director del Sant Pau y marido deCarme Ruscalleda,telefoneó ayer a las ocho de la mañana (hora catalana) desde Tokio. Los dos llevaban casi una semana en la capital de Japón y acababan de comer en un restaurante minúsculo y esplendoroso. ATonile temblaba el bigote. ¡Las noticias eran fabulosas, superiores a las pronosticadas! Michelin reconocía el Sant Pau tokiota con dos estrellas. Paf, de una tacada.

Se hubieran conformado con una. Debieran de haberles dado tres. ¿Superior elRobuchonjapo, nuevo triestrellado, a estaCarmetan flamenca? En absoluto.Joël Robuchon,el que fuera mejor chef del mundo en la era pre-

Adrià,se retiró y pocos años después, hastiado de la vida del ocioso, regresó a los manteles públicos con restaurantes yateliers.Sin embargo, cuando se habla del maestro francés se piensa en un jubilado. Y Michelin responde con un capazo de estrellas a esa revolución a medio gas y con bastón. En Tokio,Robuchonadministra tres negocios y cada uno ha tenido su recompensa: seis estrellas decrecientes. Y en Las Vegas, donde la casa de neumáticos también estrena guía, ¡cuatro más!Robuchoneando.En las zonas de expansión (Asia y EEUU), Michelin es generosa y en la amenazadora España, destronadora de franceses, muy cicatera.

Pero, ¿es importante la distinción deRuscalleda?¡Importantísima! Por un lado, para la proyección internacional deCarme.Y, por otro, para afianzar la proyección internacional de la cocina catalana (y española). Las dos palabras clave:proyeccióneinternacional.

Estar en Tokio es estar en el centro del planeta porque, aturdidos y desorientados, miramos hacia Oriente en busca de espiritualidades incensiadas y de tecnología, las dos nuevas perversiones de la religión.

LasheriffRuscalledapuede clavar en la chaquetilla una estrella con cinco puntas. Tres por el número 10 de la calle Nou de Sant Pol y dos por los números 1-6-1 de la ajetreada placita del barrio de Nihonbashi. Huérfanos de grandes mujeres cocineras, ella es ya la mejor del mundo.