Mazazo a una tríada china que dominaba la prostitución en Barcelona

Un amanecer de furgones azules. Eso es lo que se vivió ayer en varios puntos de Barcelona, sobre todo en el Eixample, y en varias localidades del àrea metropolitana. A primera hora, los Mossos d'Esquadra pusieron en marcha de forma simultánea una decena de entradas y registros en locales y en pisos regentados por ciudadanos chinos donde se sospechaba que se ejercía la prostitución y detuvieron a una decena de personas. La operación, llevada a cabo por la Unitat Central de Tràfic d'Essers Humans de la Divisió d'Investigació Criminal, ha sido calificada como «muy delicada» por fuentes policiales consultadas por este diario y tiene como objetivo desmantelar la tríada (mafia china) que controla esos prostíbulos.

Uno de los locales fue un centro de estética de la calle de Bailèn de Barcelona. Investigadores de los Mossos inspeccionaron este local donde justo en la pared de la entrada cuelga un cartel que explica las virtudes de la auriculoterapia. En ese establecimiento pasaron los Mossos d'Esquadra casi tres horas en busca de pruebas, documentos falsificados y estupefacientes. Al final, dos ciudadanas chinas, todo indica quemamasan, que es como se llama a las encargadas de los prostíbulos, que estaban en el local fueron detenidas. Al salir, los Mossos precintaron el local, después de fotografiarlo para demostrar que no se había roto nada.

Los policías registraron otros dos pisos situados en la calle de Calàbria con Gran Via, donde detuvieron al menos a dos personas. En la puerta de uno de los pisos se podía leer el rótulo Espectáculos Fiesta. Mientras, en la ronda de Sant Pau la policía registro un piso y detuvo a una persona. En otros comercios y locales de estética los agentes se llevaron solo documentación. En todos los casos, los vecinos señalaron que allí se ejercía la prostitución. Los Mossos están conduciendo este operativo policial con especial discrección y no informaron del mismo con el argumento de que seguía abierto.

UNOS 60 LOCALES / Las redadas contra las redes de prostitución china en Barcelona son habituales. Sin embargo, en la mayoría de casos los locales vuelven a funcionar poco tiempo después. La razón es que las chicas chinas allí explotadas nunca denuncian a sus proxenetas.

Actualmente, según un recuento policial, en Barcelona hay unos 60 locales, entre peluquerías y pisos, donde unas 300 mujeres chinas son obligadas a prostituirse. Esas redes además no tienen ningún complejo en publicitar los loclaes repartiendo tarjetas de visita a la salida de estaciones de metro.