LAS CUENTAS DE LA SEGUNDA CIUDAD DE CATALUNYA

L'Hospitalet sube un 7,7% el presupuesto del 2014 gracias al IBI y al IAE

Marín no secunda los recortes sociales de la Generalitat y reclama 14 millones que debe a la ciudad

La alcaldesa socialista de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín.

La alcaldesa socialista de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín. / periodico

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El presupuesto municipal de L'Hospitalet para el 2014 será de 218 millones de euros, sensiblemente superior así al del 2013. Aumenta un 7,73% a pesar de que los ingresos de las arcas municipales procedentes del Gobierno central y de la Generalitat caen de forma notable.

La alcaldesa Núria Marín ha expuesto este martes, durante la presentación de las cuentas de la ciudad para el próximo año, que el ayuntamiento se niega tajantemente a ser la correa de transmisión de las políticas de recortes que promueve, por ejemplo la Generalitat, en materia de atención social.

L'Hospitalet cimentará el incremento del montante total del presupuesto en dos pilares, una subida del impuesto de bienes inmuebles (IBI) cercana al 6% y una previsión de mayores ingresos en concepto del impuesto de actividades económicas (IAE). En este último caso, la transformación que L'Hospitalet llevó a cabo en la zona de la Granvia antes de la explosión de la crisis ha terminado por ser un salvavidas para las cuentas de la ciudad.

Marín ha querido subrayar que en estos momentos la Generalitat adeuda casi 14 millones al ayuntamiento. Es una cifra muy alta. Pero es cuando se baja a la letra pequeña de esa deuda cuando se comprende mejor el pulso que mantienen en estos momentos ambas administraciones.

La alcaldesa denuncía que la Generalitat ha reducido a cero durante el 2013 su aportación a las guarderías infantiles y que muy probablemente repetirá ese drástico recorte en el 2014. Esa decisión unilateral de la Generalitat rompe el compromiso alcanzado años atrás, cuando se acordó que ese tipo de equipamientos preescolares eran básicos para el fomento de la natalidad en una sociedad preocupada por las políticas de familia.

Entonces, se decidió que el coste de ese servicio se dividiría en tres partes iguales, es decir, entre Generalitat, ayuntamientos y familias. Una opción sería ahora cerrar las guarderías. Otra, repercutir el sobrecoste inesperado a los padres. Marin ha defendido la tercera vía, subir los impuestos y tasas municipales para no recortar en políticas sociales.