Filiberto Bravo: «Aquí hay más de 100 desahucios al año»

«En los años 70, aquí hubo desde cacerías populares de ratas hasta ocupaciones policiales. Levantamos barricadas, ocupamos un cine abandonado para hacer una escuela y cortábamos la autopista. Esto era un desastre. La constructora, impulsada por Juan Antonio Samarach y con la protección de José María Porcioles, había contratado a cualquiera que se ofrecía a trabajar con un capazo y una pala. A los pocos años, el barrio estaba muy degradado. La falta de semáforos, un problema en toda la Meridiana, provocaba accidentes. Había humedades. Edificios apuntalados. El mal estado de las tuberías incluso causó una explosión de gas. Así que lo que hemos logrado, de las escuelas a la conexión con la ciudad, ha sido porque hemos mordido fuerte.

Y así seguimos, parando y buscando salidas a los desalojos. Nos llaman Villa Desahucio porque hemos tenido más de 100 al año. ¡El 10%  de las 4.700 viviendas del barrio están en manos de bancos! Aquí hay 220 vecinos en vías de desalojo, 100 pisos ocupados y 50 en alquiler. Aquí también dimos la alerta de desnutrición infantil después de que en la escuela y la biblioteca vieran a niños desmayarse. Había unos 200 en esta situación, que parece atajada. Nuestra fuerza es la lucha. Molestamos, pero infundimos respeto: de Irán a EEUU, aquí han venido periodistas de todo el mundo.