Detenidos dos jóvenes por los incidentes ocurridos tras el desalojo del 'banco expropiado'

Los Mossos d’Esquadra han anunciado este jueves la detención de dos personas en relación a la cadena de altercados que tuvieron lugar en el barrio de Gràcia de Barcelona el pasado mes de mayo, después de que los agentes de ese mismo cuerpor policial desalojaran, por orden del juez, el llamado banco expropiado.

Los detenidos son dos jóvenes, de 19 y 25 años, de nacionalidad española y con dirección postal en Barcelona. Los Mossos d’Esquadra les acusan de cuatro delitos: lesiones, atentado a la autoridad, desórdenes públicos y manifestación ilícita. El motivo principal de su búsqueda era sobre todo el primero de esos delitos.

Los hechos investigados tuvieron lugar el 29 de mayo, cinco días después, por lo tanto, del desalojo de la antigua oficina bancaria ocupada. Durante una de las manifestaciones de protesta convocadas en el barrio se sucedieron diversos enfrentamientos con la policía. La mayoría de los manifestantes lanzaron huevos y harina a los agentes, pero dos de los mossos del Àrea Regional de Recursos Operatius (ARRO) fueron golpeados con objetos contundentes. Como consecuencia de aquella agresión tuvieron que solicitar la baja laboral.

INVESTIGACIÓN ABIERTA

La investigación, sin embargo, no se da por concluida y, en consecuencia, no se descartan nuevas detenciones por aquel mismo suceso.

El choque entre los agentes y los manifestantes tuvo como principal escenario la plaza de la Revolució, situada a apenas 20 metros del banco expropiado, que estaba fuertemente custodiado para evitar una nueva ocupación. Los incidentes se extendieron pronto a calles cercanas, como Torrijos.

La antigua oficina bancaria permanece sellada con planchas metálicas desde entonces. Parte de las actividades que se realizaban en el interior se llevaron a cabo durante algunas semanas en la calle.

El de Gràcia no era en el momento del desalojo el único banco expropiado de Barcelona, Hay más. Aquel, sin embargo, había logrado una cierta complicidad vecinal que, una vez ejecutado el desaolojo, fue visible en las primeras protestas. No obstante, al pasar los días, la perturbación que causaba en la vida cotidiana la defensa del banco expropiado resto fuerzas a la causa de los manifestantes.