En el corazón de la desigualdad

La Ronda de Dalt de Barcelona pasa por dos barrios que representan universos distintos. Vecindarios en los que los conceptos de vivienda, trabajo, oportunidad, integración, optimismo, crisis, comercio, ocio o sanidad se viven de manera muy distinta. Trinitat Nova y Pedralbes son los polos opuestos de la brecha social en la capital catalana, cuya hemorragia de desigualdad no para de crecer: el más pobre es más pobre, y el más rico, más rico.

Según datos del ayuntamiento hechos públicos hace hoy una semana, la zona más pudiente de Les Corts, separada de Sarrià en 1984, dispone de una renta familiar 7,2 veces superior a la de las manzanas de Nou Barris en la que hace casi 70 años empezaron a instalarse todos los barceloneses que la administración iba expulsando de incómodos lugares como el Somorrostro, las barracas de Montjuïc o las vías del tren de Sant Andreu.

El estudio municipal dispone de un índice para calcular la renta familiar. El distrito de Nou Barris ha pasado de 70,8 en el 2007 a 53,8 en el 2014, siendo 100 la cifra media de la ciudad. En este mismo periodo, Sarrià ha pasado de 178,7 a 184,3. Llama la atención en el último año Sant Martí, que ha subido cinco puntos hasta situarse en 85,6 y ocho de sus 10 barrios han logrado superarse en el citado índice.

Nadie ha logrado todavía dar con la receta para Nou Barris, donde en nueve de los 13 vecindarios se registra un bajón de la renta. El gobierno de Ada Colau prevé invertir 150 millones de euros en los 15 barrios más golpeados por la crisis, lo que debería, a medio plazo, empezar a amortiguar esta desigualdad, a no ser que los que van en cabeza peguen otro estirón. ¿Pero cómo viven esta situación los ciudadanos de Trinitat Nova? ¿Qué cuerpo se les queda en Pedralbes con el sambenito de millonarios de Barcelona?