CiU y ERC plantarán a Colau en la exposición del Born en protesta por la estatua de Franco

El grupo municipal de CiU en Barcelona ha anunciado que no asistirá a la inauguración de la exposición 'Franco, Victoria, República. Impunitat i espai Urbà', que se inaugura el lunes en el Born, en protesta por la exhibición de una estatua de Franco. Y no será el único: tampoco el de ERC piensa presentarse al acto, según fuentes de los republicanos. 

ERC establece un matiz que diferencia su posición de la de CiU: lo que el grupo de Xavier Trias denuncia es que se coloque la estatua del dictador delante del Born, en tanto que los republicanos, dicen, están en contra de que se instale en el espacio público, en cualquier punto de la ciudad.

En un comunicado, el concejal convergente del ámbito de Cultura, Jaume Ciurana, ha destacado que la muestra de esculturas franquistas en la calle, ante el Born, "es un grave error que ofende la memoria de generaciones enteras que han luchado por la libertad". También añade que la muestra pone de manifiesto que el gobierno que encabeza Ada Colau tiene la voluntad de "desvirtuar" el Born Centro Cultural y lo que representa como memorial de los hechos de 1714.

Ciurana ha dicho que la exhibición de esculturas relacionadas con la dictadura franquista es "un error fruto de la arrogancia intelectual del gobierno de Colau". El concejal ha lamentado también la abstención de la CUP y el voto en contra del PSC, que no permitieron la aprobación de una proposición de CiU en la comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes, el pasado septiembre, en la que se reclamaba al gobierno municipal reconsiderar la exhibición de estas esculturas en la vía pública.

POLÉMICA EN AGOSTO

La exposición causó una polémica considerable a principios de agosto, cuando trascendió su contenido. Ya entonces CiU mostró su enfado, aunque fue ERC el grupo que mostró un mayor rechazo ante la iniciativa de colocar la estatua ecuestre de Franco, obra de Josep Viladomat y ahora decapitada, y la Victoria, de Frederic Marès, hecha en homenaje a la victoria franquista en la guerra civil.

En cuanto se conoció la convocatoria, el jefe de filas de los republicanos en el ayuntamiento, Alfred Bosch, solicitó al gobierno municipal que no se expusieran las esculturas y aseguró que una exposición como la prevista tendría sentido si "se hubiera juzgado a los verdugos y enterrado a las víctimas". Que se haga mientras las fosas comunes de la guerra civil siguen por abrir, le pareció "ofensivo para las víctimas".