ANUNCIADO EN EL PLENO

CiU intentará crear un gobierno alternativo al de Colau

Joaquim Forn y Xavier Trias en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona

Joaquim Forn y Xavier Trias en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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Ada Colau sabía cuando asumió capitanear el Ayuntamiento de Barcelona que gobernar en minoría y con solo 11 concejales sería un camino de espinas. Pero su norma de buscar solo pactos de izquierdas y ningunear al resto de grupos, sumada a los recientes desencuentros con sus potenciales aliados de ERC y la CUP, ha llevado a que el principal grupo de la oposición, CiU (10 ediles)abandone la oposición blanda que ha ejercido hasta ahora para lanzar hoy viernes el anuncio de que intentará una alternativa de gobierno municipal si logra aunar las voces suficientes de otros partidos.

Tras los varapalos de las dos últimas semanas a las iniciativas políticas del equipo de Colau, el portavoz convergente Joaquim Forn ha lanzado su "reto" del relevo durante el pleno municipal. Se suma así a la reiterada reivindicación del PP de propiciar un cambio, que también suscribió este jueves Ciutadans tras el fiasco de las negociaciones sobre la ordenanzas fiscales.

Colau ha encadenado varias crisis en solo unos días: le han tumbado el PAM en comisión de Presidencia, ha tenido que retirar la aprobación de las ordenanzas fiscales del pleno de hoy viernes por falta de apoyos, ha visto cómo la exposición del Born desataba iras imprevistas y ha sufrido un revés de la Generalitat en su intento de bloquear los hoteles proyectados en las Drassanes. Por todo ello, los grupos de la oposición, incluidos los otrora aliados de ERC, e incluso de la CUP, han disparado dardos afilados contra la alcaldesa.

"POLÍTICA DE GESTOS"

La propuesta de CiU de instar al gobierno municipal a “abandonar la política de gestos” y “crear polémicas” en lugar de “buscar soluciones efectivas a los problemas de Barcelona” ha sido aprobada en el pleno con el apoyo ERC, Ciutadans y PP. Un respaldo que ha animado al líder de los convergentes, Joaquim Forn, a anunciar que iniciará “conversaciones con todos los grupos municipales para explorar la conformación de una mayoría amplia como alternativa al gobierno de Colau”. 

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Forn mantiene que en el pleno se ha constatado "que la mayoría censura la manera de gobernar de Colau". Aunque CiU siempre había defendido que gobierne la fuerza más votada, considera que la gestión de la alcaldesa hasta la fecha da pie a un relevo en la alcaldía. "Cualquier alternativa a este gobierno pasa por nuestro grupo", defiende el edil, que asume "la responsabilidad " de tratar de "crear una mayoría" que dibuje un cambio.

La aritmética juega en contra de los convergentes, que dificilmente podrían sumar una mayoría de apoyos, ya que aunque comparten ansias de derrocar a Colau con los grupos conservadores, su alianza parece improbable tal y como están las cosas al otro lado de Sant Jaume.

La ruptura escenificada en los últimos días por Esquerra -desmarcada de varios acuerdos al considerar que Colau no ha cumplido- ha agudizado la impotencia (numérica) de Colau. Y la entrada como socio en gobierno del PSC (con cuatro ediles) no le está bastando para tripular la ciudad ya que el resto de partidos de izquierdas no son fáciles de contentar a la hora de los pactos.

De momento, el líder socialista, Jaume Collboni, afirma que cumplirá con su pacto de gobierno, y pone en duda que la tentativa de Forn tenga solidez y augura que se quedará en un calentón. Pero Alfred Bosch (ERC) asegura que está dispuesto a reunirse con CiU y hablar con "todo el que quiera un cambio real en Barcelona".  

Joaquim Forn, como sobre todo Alberto Fernández Díaz (PP) y Carina Mejías (Ciutadans), han sido muy críticos con los 16 meses de mandato con BC. Pero también le han caído críticas de Esquerra, que cree que no afronta los problemas "reales" de la ciudad, y hasta de los 'cupaires', cada vez más radicales.