LA ESTADÍSTICA MUNICIPAL

El barrio de los niños

FAMILIA AL COMPLETO 3Coral y Seve, junto a sus hijos, Arnau, de 10 y Guille, de 9.

FAMILIA AL COMPLETO 3Coral y Seve, junto a sus hijos, Arnau, de 10 y Guille, de 9.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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Mediodía de domingo en Diagonal Mar. Pese a un frío de aúpa, en el parque no cabe un alfiler.«No les puedes tener en casa encerrados todo el fin de semana»,revela Coral Gonzalo, madre de Arnau y de Guillem, de 9 y 10 años, a quienes el partido de fútbol que disputan con sus vecinos les mantiene totalmente ajenos al frío que pasan sus madres en las gradas. El ambiente no es casual. No en vano, los 30.191 niños de entre 0 y 14 años que habitan en Sant Martí lo convierten en el distrito con una mayor población infantil de la ciudad.

Dentro de la frontera administrativa de Sant Martí, Diagonal Mar y el Front Marítim del Poblenou se sitúan en eltop tende barrios con niños. Un 18% de sus vecinos son menores de 14 años, porcentaje un 6% por encima de la media de la ciudad -superado solo por Vallvidriera, el Tibidabo y Les Planes, con un 19,4% de récord.«Es normal, aquí antes no había nada. Todo esto es nuevo y casi todos los vecinos que llegaron aquí eran parejas jóvenes», argumenta Coral, quien llegó al barrio fruto de una expropiación.«Vivíamos en Horta, pero con la ampliación de la calle de Llobregós nos tuvimos que mudar, y nos dieron un piso de protección oficial aquí», apunta. Y, pese a aterrizar en el barrio de modo algo forzado hace 11 años -cuando apenas empezaban a levantarse las primeras torres-, no tienen queja.«Para los niños, poder jugar en este parque con otros niños es un privilegio»,prosigue.

En la grada, Coral charla con Pilar, madre del pequeño Joel, de tres años, y de Marco, de 10, compañero de mañanas de fútbol de Arnau y Guillem, los hijos de Coral. Pilar llegó al barrio hace ocho años, en su caso procedente de Sant Andreu.«El primer año tuve que llevar a mi hijo al colegio de Sant Andreu, porque aquí no había plaza. Construyeron en poco tiempo muchísimas viviendas y pocos equipamientos»,critica Pilar. Coral asiente.«En los últimos tres o cuatro años han abierto un par de ludotecas y alguna guardería, pero antes en toda esta zona no había absolutamente ninguna»,añade Coral, quien insiste en que siguen faltando plazas tanto en guarderías como en colegios. El problema de los institutos no tardará en llegar.

Con dos basta

En cuanto a la posibilidad de aumentar la familia, para que el barrio siga la tendencia, Pilar y Coral tienen claro que con dos basta.«De todas las familias que nos reunimos en el parque los fines de semana, la gran mayoría tienen uno o dos niños»,comenta Pilar.

A pocos metros, lee el diario Margherita, aprovechando los rayos de sol que alivian la gélida mañana, mientras su hijo Andrea, de 12 años, juega al balón. En su caso es madre soltera y, por ahora, no está por la labor de aumentar la familia.«Tengo 30 años y el niño criado. Volver a empezar ahora de cero sería dramático»,bromea la mujer, de origen italiano.

Maternidad idealizada

Vanessa y Carlos, de 33 y 32 años respectivamente, están empezando de cero. La pequeña Noa, su primera hija, nació el pasado 19 de septiembre.«Nos decidimos a dar el paso porque vimos que nos hacíamos mayores y ya teníamos ganas. Mi marido más que yo»,se sincera Vanessa, asistenta social de profesión, para quien«la maternidad está muy idealizada». «Es una responsabilidad muy grande. Pasas a tener una persona que depende totalmente de ti», responde Vanessa al ser cuestionada sobre si aumentaría la familia.«Aunque supongo que otro caerá. Mi marido tiene muchas ganas», concluye.