OPERACIÓN DE LA GUARDIA URBANA

Aumentan los decomisos de latas y mojitos de las playas de BCN

Pese a la presión policial crece la oferta de los vendedores, que ahora están introduciendo la sangría

Preparación de mojitos entre unos coches aparcados en la Barceloneta para ser vendidos después en la playa.

Preparación de mojitos entre unos coches aparcados en la Barceloneta para ser vendidos después en la playa.

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La Guardia Urbana de Barcelona ha intervenido durante los meses de junio y julio del 2015 más de 63.000 latas y mojitos que los vendedores ambulantes pretendían colocar a los bañistas de las 10 playas de la ciudad, un 27% más que en el mismo periodo del 2014.

El 90% de las intervenciones las ha llevado a cabo el Grupo de Playas, esto supone un 52% más que el verano pasado. El portavoz Carles Reyner ha subrayado que los datos demuestran el compromiso de la policía para erradicar una práctica que "pone en riesgo" la salud de sus consumidores. 

El mismo portavoz del cuerpo municipal admite que esta situación se resolverá a "largo plazo", cuando "desaparezca la gente que lo compra". Mientras tanto, la presión policial hace que los vendedores "cambien su modus operandi" y evolucionen hacia estrategias más "sofisticadas" para despistar a la policía.

OFERTA VARIADA

La oferta también varía y ahora también se ofrece sangría a los bañistas preparándola con la misma falta de higiene con que elaboran los 'mojitos '. Comprar estas bebidas a los vendedores ambulantes es "más barato" pero puede "salir muy caro para la salud", alerta Reyner.

El portavoz asegura que más allá de la "competencia desleal" que suponen estos camareros ilegales para los propietarios de bares y chiringuitos del litoral -un problema que "también nos preocupa" - lo que más preocupa a los policías municipales es el riesgo que puede suponer ingerir estos preparados.

Sufren por la salud de los consumidores porque ven día a día donde esconden las latas y la materia prima con la que elaboran los 'combinados' -enterrados en la arena, entre las rocas, en las alcantarillas o bajo los coches- y la falta de higiene con que los elaboran.

20-30 CENTIMOS DE COSTE, 4-5 EUROS DE BENEFICIO

El margen de beneficio que proporcionan los 'mojitos' a los vendedores es "enorme". Cada unidad les cuesta "unos 20 o 30 céntimos" y los venden "a 5 euros", detallaba hace poco más de un mes el cabo Amargós. Este policía definía su día a día con estos vendedores subrayando que son "pacíficos" y no oponen ninguna resistencia cuando se les descubre. Son extranjeros en situación irregular -paquistanís o indios, principalmente- y no tienen cuentas ni bienes embargables. Su pobreza desactiva el poder disuasorio de las multas porque si no las pagan tampoco podrán hacer nada.