Joan Pujolar: «BCN se ha situado turísticamente al lado de destinos de playa»

Joan Pujolar, como especialista en identidad catalana, participa en las jornadas El turisme en el context de la crisi, que organiza el Institut d'Estudis Catalans en Barcelona.

-¿Cómo afecta la crisis?

-Hay menos disposición al gasto y se reducen los viajes de negocios. Aún así, en los últimos 30 años el turismo ha sido muy resistente a los problemas coyunturales. La actitud del sector es optimista: esperan que el vendaval pase más pronto que tarde.

-¿Cómo combatir la crisis?

-Moderando los efectos negativos e innovando. En Catalunya, la innovación aún no juega el papel que le corresponde. Eso se percibe en el interés moderado que el sector turístico muestra por las propuestas culturales.

-Las calles de Barcelona se han convertido en un tour.

--El crecimiento del turismo ha superado las expectativas que podría haber hecho cualquier planificador sensato en 1990. Queda pendiente de resolver si la masificación puede eclipsar los encantos que atraen a los turistas a Barcelona.

-¿Retrato robot del turista que elige Barcelona?

-Repite visita, le interesa la diversidad de oferta, sobre todo de ocio, de cultura y de playa, y tiene una buena capacidad de gasto. El perfil dominante es el que desearían muchas ciudades; pero se debe evitar que otros perfiles menos deseables ganen terreno.

-¿Qué piensan los extranjeros de la identidad catalana?

-Los destinos turísticos deben tener alguna historia para explicar. La catalanidad es un valor cultural que puede tener su cotización en el mercado. Los turistas que desconocen que se habla catalán ni se dan cuenta y los que lo saben se les confirma lo que suponían. Los extranjeros suelen ser multilingües, por lo que para ellos es natural la presencia de más de una lengua. Falta que el sector turístico tome conciencia del tema de la identidad catalana.

-Barcelona es punto de referencia para estancias cortas en Europa.

-El modelo de ciudad que se ofrece resulta atractivo al turista. La clave fue el giro que se produjo en los años 90 al dar valor al turismo cultural. Casi nadie se podía imaginar que Barcelona se situaría turísticamente al lado de destinos de playa.

-En estos años se han triplicado los hoteles, y se ha abierto una nueva terminal en el aeropuerto de El Prat.

-Para ser un destino turístico de calidad se precisan comunicaciones, accesos y servicios de primera. La T-1 es un paso obvio; pero no todo va en la dirección correcta: las maniobras de AENA para convertir El Prat en un aeropuerto de bajo coste o la infraestructura irregular de acogimiento de turistas puede degenerar hacia una especie de turismo nada interesante para los que no están de vacaciones.