Suárez: "Ser 'pichichi' no sirve de nada sin la Liga"

Luis Suárez cree más en el orgullo personal que en el dinero, y en el éxito colectivo por encima del individual. En el marco de ese posicionamiento filosófico, el uruguayo apostaría ciegamente por que el Barça conquistará la Liga en el campo del Granada por muy primado que esté.

Es mucho más probable, sin embargo, que él obtenga el Pichichi. Su ventaja sobre Cristiano Ronaldo (37 goles a 33) es mayor a la del Barça sobre el Madrid en términos absolutos y relativos. Él puede fallar y no marcar, pero el equipo está obligado a ganar para no necesitar el tropiezo de los blancos, que también han de vencer en A Coruña al Deportivo.

DOS AMARGAS EXPERIENCIAS

«El Pichichi no sirve de nada si no eres campeón de la Liga», proclama Suárez, feliz, por ahora, porque ser el principal goleador azulgrana ha permitido al Barça «ser los líderes y depender de nosotros mismos para ser campeones». Se convertirá en un triste consuelo, como ya lo fue anteriomente. Esa amarga experiencia la experimentó en el 2010 y el 2014.

El delantero uruguayo recordaba ayer el episodio cuando consiguió la Bota de Oro en el 2014 al ser el máximo goleador de Europa (y de la Premier, naturalmente) y perder el título con el Liverpol.  Sucedió en la penúltima jornada: el Liverpool vencía por 0-3 al Crystal Palace y empató el partido, cediendo la iniciativa al Manchester City, que le adelantó y fue campeón. Con el Ajax fue el máximo goleador en el 2010 y tampoco fue campeón.

LOS MALETINES

La situación, ahora, es semejante. Una diferencia radica en la sobremotivación que pueda tener el rival, en este caso el Granada, por vencer al Barça. Suárez nunca había escuchado hablar de «maletines» hasta aterrizar en el fútbol español y duda del efecto que pueda generar en el receptor del dinero si enfrente hay un rival tan o más motivado que él. Es el caso de este sábado.

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«No creo en maletines, sino en el orgullo propio del jugador. Del Granada por terminar con una victoria de local ante su afición y del Barcelona por ganar la Liga», dijo el máximo realizador azulgrana.

Lo es por delante de Leo Messi, algo que parecía utópico, impensable. Es «raro», en opinión de Suárez, que cerrará seis temporadas de dominio casi despótico del argentino. «A Leo le gusta marcar goles, pero estará más feliz por ganar la Liga que por ser o no el máximo goleador, reflexionó el charrúa.

RECORDANDO A FORLÁN

Suárez reivindicó la memoria del último Pichichi que era un nueve puro –y uruguayo–como él: Diego Forlán. Lo fue el mismo año en que Samuel Etoo era el principal abastecedor en el Barça. Lucho admitió que se beneficia de la generosidad de su amigo Messi, principalmente, y de varios compañeros.

«Sin hablarlo ni pactarlo, me buscan más para que marque goles. Eso es una lección de compañerismo». La señal más evidente era la cesión de los penaltis, que ha asumido el futbolista uruguayo, por más que su acierto haya sido tan irregular como el de los otros componentes del tridente.

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JUGAR SIN ANSIEDAD

Sobre ellos recaerá la responsabilidad de encarrilar el encuentro. El punto de partida es, pese al indiscutible poderío del ataque, la defensa. «Es primordial dejar el arco a cero, porque sabemos que de mitad de cancha hacia adelante podemos marcar las diferencias», sostiene Suárez, apelando de paso a la prudencia a la hora de enfocar el encuentro. El equipo debe saltar al césped, esté como esté, del Nuevo Los Cármenes sin ningún tipo de ansiedad: «Tendremos 93 o 94 minutos para ganar».

Teóricamente, los peores momentos ya pasaron. Se dieron de bruces con una grave crisis después de 39 partidos sin perder. De golpe,  perdieron cuatro de cinco. La sangría se frenó de forma tan espectacular como llamativo había sido el bajón del equipo: con el 0-8 de Riazor.

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 «En A Coruña vimos que éramos los mismos, que no habíamos cambiado», explicó Suárez, que a día de hoy no ha encontrado una explicación a lo que sucedió. Sí tiene claro cuál es su sentimiento cuando acaricia dos títulos colectivos (Liga y Copa) y uno individual (Pichichi): «Me siento un privilegiado por jugar en el Barcelona y por jugar al lado de Leo y Neymar». Sus amigos en el equipo en el que «siempre» quiso jugar y en el que se quiere retirar.