LA FIESTA DEL TRIPLETE

La obra de Luis Enrique

El técnico esgrime los números, «los mejores de la historia del Barça», para reivindicar su labor

Luis Enrique, animando a la grada azulgrana tras el triunfo en la final de la Liga de Campeones.

Luis Enrique, animando a la grada azulgrana tras el triunfo en la final de la Liga de Campeones. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Sin que nadie le preguntara, sobre el mismo césped y en medio de la emoción del momento, Luis Enrique huyó de la espontaneidad para decir algo que tenía preparado. Lo repitió minutos después en la repleta sala de prensa, cuando ya había celebrado el título sobre el césped con los jugadores y con su hija Xana, y había pasado por el vestuario ampliando los festejos en la intimidad del Olympiastadion.

«De 60 partidos hemos ganado 50, empatado 4 y perdido 6», dijo, en un recuento que se sabía de memoria. «Son números que sirven para firmar la mejor temporada de un club tan grande como el Barça», añadió, tratando de subrayar el significado de la pura estadística. Las cifras (50 victorias, el 83%) han brindado al club ser el primero en atar el segundo triplete de la historia.

Tan solo seis años después del primero. Aquello que parecía tan irrepetible, en la primera temporada de Pep Guardiola ha sido igualado en la primera de Luis Enrique, que también tenía estudiado un segundo mensaje: eludir pronunciarse sobre su futuro. «No tengo nada que confirmar», insistió, alargando un día más la incertidumbre. «Ahora toca disfrutar tras un año difícil», alegó, recordando las desilusiones que salpicaron el primer tramo de temporada (dos empates y tres derrotas en 24 partidos hasta diciembre) y el asentamiento desde enero (dos empates y tres derrotas en 36 partidos) con el tropezón de Anoeta.

La flor y nata

Al técnico lo que más le complacía era poder exhibir su obra al final de la temporada. Sin ningún reproche. Sin mácula alguna. Bajo la máxima presión «de un club que necesita alimentarse continuamente de títulos», él podía presentar Liga, Copa y Champions. Una gesta.

Solo el Celtic (1967), el Ajax (1972), el PSV Eindhoven (1988), el Manchester United (1999), el Barça de Guardiola (2009), el Inter de Milán (2010) y el Bayern (2013) lo habían conseguido. Entre la flor y nata de fútbol mundial se ha incrustado, para siempre, el Barça de Luis Enrique (2015), a medio camino de lo que podría ser el segundo sexteto. Una obra única que lleva el nombre de Guardiola y que también podría igualar.

Mensaje a Abelardo

Si continuara, además, tendría la satisfacción de enfrentarse al Sporting de su amigo Abelardo. A los dos les felicitó por el ascenso. Sin precisar si visitará El Molinón como rival. El técnico retrasa la confirmación de su futuro (le queda, sin embargo, un año de contrato) y abona la incertidumbre del mismo modo que la junta sembró las dudas de mantenerle cuando arreció la crisis de enero.

No olvida Luis Enrique el episodio de aquellos días, y se encargó de recordarlo otra vez en Berlín al apelar a Andoni Zubizarreta, el director deportivo, y al grupo de colaboradores que fueron despedidos tras el 1-0 de Anoeta. Carles Puyol, adjunto de Zubi y que se marchó por lealtad, también le mencionó.

Nuevos retos

Durante la temporada, Luis Enrique remitió el análisis de su labor a la conclusión del ejercicio. Llegado el momento del balance, blandió los «resultados buenísimos» y sugirió a los periodistas que calificaran el rendimiento del Barça. «No hemos sido nosotros quienes hemos dudado de nuestro trabajo, ni tampoco la afición», quiso distinguir en la sala de prensa del estadio Olímpico, trasladando el foco de la crítica a los medios de comunicación. «A mí el Camp Nou me ha coreado toda la temporada», añadió.

Y más le coreará si sigue. Y sigue triunfando y sigue cultivando «las ganas de ganar y de disfrutar» de los jugadores, que a su juicio es la clave del éxito. Las 50 victorias establecen un récord por encima del mejor Barça de Guardiola. Tiene nuevos retos para seguir avanzando, si quiere aceptarlos, como ser el máximo realizador o lograr la mayor diferencia de goles.