Messi, buenos deseos del club, poco movimiento

La primera punta del tridente será la última en asegurar su continuidad. Renovados Neymar y Luis Suárez , el único que acababa pronto su contrato (2018) es el único que no ha firmado. «Hablaremos cuando Leo quiera», adujo siempre Bartomeu para justificar la demora con que se iniciaban las conversaciones y de las que no consta su inicio.

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El presidente ha ido postergando el caso más delicado, más importante, hasta asegurarse otros más secundarios, por más que Rakuten y Nike, los dos principales patrocinadores, sostienen el andamiaje económico del Barça.

Acaso necesitaba esos contratos para sentarse a la mesa con Messi. No en vano, desea convertirle en el mejor pagado. Las renovaciones de Cristiano en el Madrid y del propio Neymar encarecerán el nuevo contrato.

Bartomeu basa su optimismo en renovar a la principal estrella del equipo –del club– en la estabilidad de Messi en el que ha sido el club de su vida y la ciudad de su vida. Leo lleva más años en el Barça y en Barcelona de los que pasó en Newells y Rosario, sus orígenes argentinos.

LA AVENTURA

Próximo a cumplir 30 años (el 24 de junio), con esposa y dos hijos, jugando feliz con sus amigos del tridente, la incertidumbre de una aventura sería el freno con el que juega el Barça. «Leo es un catalán más, está muy cómodo aquí y se me hace difícil de entender que quiera marcharse», expuso Bartomeu en su última comparecencia. «No creo que las cuestiones fiscales influyan», añadió, aludiendo a la condena de 21 meses por impago de impuestos. Las deportivas tampoco deberían infuir en medio de la época dorada. ¿Serán las económicas?