El Depor amarga al Barça otra vez

El once coruñés ha vuelto a igualar dos goles en contra como en la Liga pasada

Messi

Messi / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Barça vuela hacia Japón con un disgusto. El que le ha dado el Deportivo en la interrupción momentánea de la Liga mientras va a buscar el título de campeón del mundo. El equipo coruñés le amargó el último partido de la temporada pasada y le ha vuelto a amargar en su visita al Camp Nou. De la misma manera: igualando un 2-0 en contra. Infligiéndole el tercer empate seguido después de los de Valencia y Leverkusen.

Un gol desde fuera del área de Rakitic sobre la hora de partido invitaba a suponer que la gesta del Depor no se repetiría. Por el reciente precedente del mes de mayo y porque el Barça no celebraba ningún título. Messi había inaugurado el marcador con una bella falta en el primer tiempo, también desde fuera del área, en esa faceta insólita y desconocida de los azulgranas, que nunca se prodigan en remates a distancia si no es a balón parado. El Deportivo ha obligado al Barça a jugar de manera distinta. Y de manera distinta ha sabido anotar el cuadro barcelonista en ese vasto abanico de opciones que le brinda el talento de sus jugadores.

BUSQUETS, EL FARO APAGADO

Igual que en la campaña anterior, los gallegos no han dado por vencidos ante un marcador disuasorio. En aquel entonces, el Depor buscaba la permanencia en Primera. Esta vez, ya más asentado bajo las órdenes de Víctor Sánchez, se ha desplegado de manera más admirable, se ha fabricado las oportunidades y se ha merecido el punto, menos importante que el que le salvó siete meses atrás.

Al Barça le ha faltado la luz del faro que le guía por el campo. Fayçal se ha encaramado a la torre apagando a Busquets, sometiéndole a un marcaje individual para que no interviniera. Así de importante es el mediocentro azulgrana; o así le catalogaba Víctor, el técnico del Deportivo, que ha eliminado a una pieza capital del engranaje local. Busquets, desorientado y a oscuras, ha perdido la pelota letal que ha supuesto el 2-2.

OTRA FORMA DE ATACAR

El mismo trato que Busquets han recibido Piqué y Mascherano, vigilados por Jonathan y Lucas, los puntas blanquiazules, en el novedoso planteamiento visitante, como si los tres rezagados del Barça fueran sus mayores goleadores.

Lo que ha conseguido el Depor es condicionar el habitual funcionamiento del once de Luis Enrique, que en lugar de salir con el balón controlado y por la zona central, ha tenido que subir a través de los laterales y, a menudo, con cambios de sentido para progresar.

No ha tenido problemas el Barça para avanzar; los tenía para acabar las jugadas. Porque cuando quería ir hacia la franja central, donde se terminan todos los ataques, se ha encontrado con el Deportivo atrincherado y bien abrigado para no temblar ante las llegadas de Messi y Suárez, y no tanto de Sandro, que ha ocupado el puesto de Neymar. Igual que cuando él o Munir ocupaban el de Messi; es decir, no era considerado uno más para combinar.

SIETE CONTRA SIETE

Eran siete defensas adiestrados para contener a siete atacantes. Las otras tres parejas se lo miraban a distancia. Aquellas tres parejas (Piqué, Mascherano y Busquets con sus acompañantes) jugaban otro partido. Y lo han jugado en el último cuarto de hora.

Como el Depor ha forzado cambios en el Barça, el Barça ha cambiado hasta su forma de marcar los goles. Suárez ya había comprobado lo difícil que sería atravesar una pared de tres defensas y prefirió forzar una falta aparentemente insustancial. Nunca lo es si Messi está en el campo. Con Leo es medio gol. Lo ha sido por completo con una excelente ejecución.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"Luis Enrique dio el partido\u00a0por ganado","text":"\u00a0antes de hora introduciendo\u00a0cambios pensando en Jap\u00f3n"}}

CAMBIOS FATALES

El Barça se ha tranquilizado del todo con el de Rakitic. Luis Enrique dio por ganado el partido introduciendo cambios pensando en Japón. El técnico se ha relajado antes de hora, contraviniendo lo que había pedido en la víspera.

En nueve minutos ha dado entrada a Munir, Sergi Roberto y Mathieu. El defensa francés, despistado nada salir al césped, ha habilitado a Lucas Pérez para que batiera a Bravo y el partido cobrara vida otra vez. Busquets, que ya no sabía donde estaba, si vigilando a Fayçal o siendo vigilado por Fayçal, si en el Camp Nou o en Riazor, ha perdido otra pelota.

'Busi', como Luis Enrique, como el Barça, estaba volando con su imaginación a Yokohama, y el Deportivo volaba a un destino mucho más cercano, real y tangible: el área de Bravo.

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Alineaciones","text":"ESPECTADORES: 67.194.\u00a0"}}