Homenaje al 'Dream Team' en familia

El Camp Nou presenta un desolador aspecto (28.420 personas) en el reencuentro del Barça que se coronó campeón en Wembley

Koeman conduce el balón ante los veteranos del Benfica en el Camp Nou.

Koeman conduce el balón ante los veteranos del Benfica en el Camp Nou. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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José Maria Bakero había potenciado la vertiente familiar en el reencuentro del Dream Team, uno de los grupos más entrañables, sino el que más, por haber sido el primero que conquistó la Copa de Europa. Y en familia les recibió el Camp Nou, con muy pocos fieles que acudieron a la llamada de la nostalgia para homenajear a sus héroes. Aquellos que rompieron el victimismo de un club que se sacó de encima los complejos hace 25 años con el zapatazo de Ronald Koeman.

La emoción Iindividual que sintieron los componentes del Dream Team será el mejor recuerdo que conservarán del reencuentro. Fue una reunión de amigos de dos días que engrasó las relaciones que el tiempo había resecado. Algunos no se habían visto desde que se despidieron en 1992 con el antológico doblete de Liga y Copa de Europa que sus sucesores –en particular Pep Guardiola y su equipo– han superado.

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Reaparecieron anoche en la que no ha dejado de ser su casa, aunque presentara un aspecto desolador, con espectadores esparcidos en los dos primeros anillos y una parte de la grada lateral (y más de media tribuna) inutilizada para albergar una gigantesca pantalla que aportaría imágenes añejas y el componente emocional que no bajó al césped.

NI EL PALCO SE LLENA

La noche fue más cálida en el plano meteorológico que en el afectivo, por más que se veían grupos familiares con tres generaciones. El club dijo haber despachado 40.000 entradas y a duras penas se registró una asistencia de 28.420 personas. Ni el palco se llenó.

Hubo luz y color  en un espectáculo visual y televisivo que pretendió excitar la fibra con unos niños simulando rondos y un entrenamiento tratando de perfeccionar el juego técnico que caracteriza al Barça desde la llegada de Johan Cruyff en 1988. Hubo un recuerdo al técnico y a Sergi López, fallecidos ambos. A la cita faltaron Ferrer, Cristóbal, Laudrup, Soler, Witschge y Carreras.

EL ‘SIETE’ INICIAL

Angoy, Goikoetxea, Nadal, Koeman, Juan Carlos, Amor, Bakero y Stoichkov formaron el siete titular que se enfrentó al Benfica, la penúltima víctima antes del apoteósico triunfo. Eusebio entró inmediatamente por Bakero, fastidiado del tobillo. En el descanso jugaron los hijos de los futbolistas mientras los padres mitigaban el sofoco. "Ellos no habían pisado nunca esta hierba", dijo Amor, contento por el privilegio de los chavales. Guardiola jugó en el segundo tiempo tras ser reclamado por la hinchada.

EUSEBIO NO LA PIERDE

La aparición de los jugadores en el césped fue el primer momento emocionante. Guardiola fue el más aclamado junto con Stoichkov y Koeman, que reaparecía en el estadio 17 años después, recordó. A pesar de los años, Eusebio y Amor siguen sin perder el balón y Stoickov solo mira a la portería adversaria.

"Nos estamos divirtiendo muchísimo por vernos otra vez", explicó José Ramon Alexanco. "Todo se lo debemos a Johan, gracias él estamos aquí", añadió. "Cada vez que hablamos nos acordamos de alguna cosa nueva", apuntó Zubizarreta. "Es muy especial ver a mis compañeros, ellos son mi familia", repitió Bakero, "son cojonudos".

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Acabado el partido (0-0), Bakero, Stoichkov y Koeman, simularon el disparo a la gloria antes de recibir, de verdad, la Copa de Europa. Su Copa de Europa. La primera.