LA LIGA DE CAMPEONES

El Bayern tortura al Barça (4-0)

El equipo alemán da una lección de fútbol a un rival moribundo y sin excusas arbitrales

Jugadores del Barça, en Múnich

Jugadores del Barça, en Múnich / REUTERS / MICHAELA REHLE

MARCOS LÓPEZ / Múnich (enviado especial)

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El fútbol ha devuelto alBayern lo que le quitó elBarça dePep Guardiola en el 2009. En una exhibición, el equipo alemán ha humillado este martes a un moribundo rival que ha visto enterradas sus ilusiones de llegar aWembley. No queda ni el sueño de remontar ese 4-0 porque lo peor no ha sido el resultado, sino el baño que le ha dado el conjunto bávaro. AlCamp Nou se le ha acabado la magia porque elBayern ha sometido alBarça a unabrutal tortura que no olvidará nadie por los siglos de los siglos. Una goleada que no tiene perdón alguno, más allá de los tantos en fuera de juego o de la obstrucción aJordi Alba. Los aviones han ganado al tren de cercanías azulgrana. Los alemanes han sido mejores en todo.

Aunque el Barça ha tenido el balón, su primera posesión ha durado un minuto, no ha tenido el control del partido en ningún momento. El Bayern, que había estudiado al máximo al rival, como presumía, y con razón,Jepp Heynckes, ha sabido desconectar a los jugadores deTito Vilanova. Primero ha aislado aMessi deIniesta yXavi. O, tal vez, sería mejor admitir que la estrella, que ha recibido el alta médica dos horas y media antes de iniciarse el partido, no está bien. Se le ha visto en el campo, más cerca deBusquets que del área deNeuer, sin chispa, sin esa velocidad, tanto mental como física, que le hace ser el número uno.

Poco a poco, elBayern ha ido inclinando el partido hacia su territorio hasta completar una noche perfecta. Todo ha sido mucho más físico. Más rápido. Más fuerte. Y el Barcelona, con piernas, menos cuerpo y, sobre todo, menos energía que los alemanes. El equipo deTito ha sido tan plano como en las últimas grandes citas. Sin ritmo. Sin profundidad, sin intensidad, ha perdido todos los duelos individuales.Lahm ha sido mejor queAlexis yAlba juntos.Ribéry ha sido tan poderoso arriba como atrás ayudando aAlaba, mientras queJavi Martínez, y eso es noticia, le ha quitado una pelota aIniesta, retrato de esa falta de fortaleza azulgrana.

Ni un solo remate

En el minuto 25, el gol deMüller tras una sucesión deerrores defensivos, a la salida de un córner, ha permitido al Bayern tomar ventaja en el marcador. Y la marea roja del imponenteAllianz Arena se ha fusionado con su equipo, arrastrando, aún más, a un desconocido Barça. O, quizá, al Barça de San Siro y del Camp Nou ante elParís Saint-Germain.Messi ha estado ausente;Xavi, enredado en la presión a los centrales;Iniesta ha andado lejos del balcón del área, y elBayern, tan feliz, porque ha tenido una gran noche en su escenario favorito.Neuer, el portero del Bayern, podría haber dejado su sitio al gatoSepp Maier, la leyenda del club bávaro, que ya tiene 69 años, porque ni una sola vez han disparado los jugadores azulgranas. Ni fuera de la portería ni entre los tres palos.

Aunque el partido, al menos en su primera fase, se ha reducido a que el Bayern ha sido realmente el Bayern. Y el Barça no ha sido, en ningún momento, el Barça.Busquets ha intentado mantener el equilibrio ayudado porPiqué yBartra, pero él solo no ha podido obrar el milagro ante esos interminables juncos alemanes que, en determinados momentos, le han pasado como aviones. Y aún ha tenido suerte de que el colegiado húngaroViktor Kassai no ha visto unclarísimo penalti, o eso ha pedido el Bayern, en las manos dePiqué, lo que ha indignando a los aficionados locales. Y cada córner ha sido un suplicio. En uno mal defendido por todos, Dante ha cabeceado paraMüller en segunda jugada y ha llegado llegó el 1-0, y nada más iniciarse la segunda mitad (m. 50), otro lanzamiento desde la esquina ha permitido también aMüller ejercer de asistente paraMario Gómez, quien ha marcado el 2-0 en fuera de juego, protestado por el Barça.

Obstrucción de Alba

Pero el verdadero problema es que el equipo deTito ha sido superado. Si hubiera podido, el técnico habría tirado la toalla y recogido, de forma urgente, a sus jugadores para recluirlos en el avión y volver inmediatamente a casa. El Barça ha estadonoqueado como nunca se le había visto antes en Europa en los últimos años, ni siquiera en aquella terrible y dolorosa noche de Milán. Sabía que era inferior en el juego aéreo y ha concedido nueve --sí, ¡nueve!-- córneres en solo 50 minutos de partido. Dos goles del Bayern y la sensación de que lo peor estaba por llegar. El gol deRobben, tras una clarísima obstrucción aAlba, ha sido casi la sentencia definitiva para un equipo absolutamente moribundo. Un 3-0 cruel que ha convertido el viaje final a Wembley casi en una utopía.

En esa jugada se ha anticipado el final, el 4-0, el gol deMüller, conAlves lesionado en la banda y los alemanes aprovechando esa banda vacía. Y así, cuatro años después, el Bayern ha devuelto la humillación que le endosó el Barça deGuardiola. Solo entonces, con una goleada que no se olvidará jamás,Tito ha movido el banquillo. Ha entrado Villa porPedro y los azulgranas se han ido consumiendo en una dramática noche que evoca aAtenas-94, cuando el 'dream team' deJohan Cruyff dejó sus ruinas con el Milan deFabio Capello. No es el final de ciclo, pero el Allianz Arena ha terminado coreando cada pase de sus jugadores con "¡olé, olé!", símbolo de una época en Europa que ha terminado en Múnich. Sin rastro del lesionadoMessi, el Barça ha quedado desnudo.